Esta corta etapa, que discurre en su mayor parte por viejas sendas tradicionales, permite disfrutar de
la transición entre los paisajes humanizados de la baja montaña y las cerradas masas forestales de las
zonas altas, conociendo los tres tipos de pinares que se suceden en el parque natural según ganamos
altitud: los de carrasco, negral y laricio o salgareño.
La ruta parte de Segura de la Sierra, pequeño pueblo blanco colgado en la montaña, cuyo restaurado
castillo árabe atestigua que esta localidad fue la cabecera histórica de la comarca de la Sierra de Segura.
Baja entre pinos y encinas al ameno Valle del Trujala y la aldea del mismo nombre, de poblamiento
disperso, donde se combinan armoniosamente pinares, roquedos, olivares de montaña, huertos y pequeños
cortijos.
Tras pasar muy cerca del Puente Moro y del puente romano de Romillán, ascenderemos hasta la Dehesa
de la Carnicera, cambiando de ambiente e internándonos en un valioso y acogedor bosque de pino laricio
con abundancia de encinas, quejigos y enebros. La etapa termina en la Casa Forestal de El Campillo,
en pleno bosque de pinos laricios. Desde ella tenemos varias opciones, todas por rutas señalizadas:
continuar hacia Hornos de Segura por el sendero GR 247 Bosques del Sur; subir a la cumbre de El Yelmo
o bajar al encantador valle de río Madera.
Esta etapa te ofrece la conexión con la variante GR 247.1. Si optas por la variante podrás conectar con
la etapa 19 y etapa 20 y siguientes. Así podrás hacer un circuito menor que el principal, con las etapas del
norte del sendero.
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1. Km 0 - Segura de la Sierra
Partimos de Segura de la Sierra desde la Puerta de Catena, a unos metros de los Baños Árabes. Estas
dos construcciones crean un ambiente que evoca nítidamente el de los pueblos del norte del Magreb.
Las vistas hacia montes y olivares son amplísimas. Bajamos 50 metros hasta la carretera, por la que
caminamos unos 200 metros y continuamos a la izquierda por el camino que baja al Valle del Trujala.
Se trata de una deliciosa senda tradicional que transita por denso bosque mediterráneo salpicado de
pequeños olivares.
2. Km 1,9 - Valle del Trujala
Llegamos al estrecho Valle del Trujala, que es un afluente del Guadalimar. En este lugar finaliza la carreterita
que vemos a nuestra derecha, que recorre el valle y sus pequeñas aldeas, como Puente Moro, El
Batán, El Porche, Don Lope, El Soto, etc. Con su poblamiento disperso, sus blancas cortijadas y su vegetación
de ribera, el Valle del Trujala es una de las zonas de esta parte del parque natural donde mejor se
conserva el ambiente tradicional. Además, la zona en la que nuestra ruta cruza el Valle del Trujala tiene
una notable relevancia arqueológica, porque en ella está el llamado Puente Moro, cerca del sendero.
Se trata de un ancho puente de origen medieval, muy cerca del cual hay otro más pequeño, al que se
atribuye origen romano, llamado Puente de Romillán.
Nuestra ruta cruza el río y sigue por pista forestal, ascendiendo
suavemente por la margen izquierda del Trujala, que va bastante encajonado. Caminamos junto
a la vegetación de su ribera, en la que abundan las mimbreras, las cañas y los juncos.
3. Km 2,5 - Arroyo de Los Yeros
Cruzamos el Arroyo de Los Yeros -afluente del Trujala- y pasamos a caminar por una senda, que en algunos
de sus primeros tramos es rocosa. Enseguida llegamos a un cruce con señales direccionales a las
que hay que estar atentos.
Nuestra senda se va elevando y se interna en un pinar de pino carrasco con abundancia de romero y sabina
mora. Abajo veremos el Cortijo de Romillán. A nuestra espalda, hacia la izquierda, aparece el castillo de
Segura de la Sierra, y después, a la derecha, El Yelmo.
Más adelante nuestro camino se ensancha, mientras a la izquierda se abren hermosas panorámicas hacia el calar de Navalperal. Pronto el sotobosque se irá
haciendo más umbrío y frondoso, con encinas, madroños, enebros y cornicabras. En el kilómetro 3,8
llegamos a un calvero del bosque con algunas junqueras que hay que atravesar fijándose en las balizas
de señalización. Aproximadamente en el kilómetro 4,8 habremos pasado ya al estrato del pino negral y
el sotobosque sigue siendo muy cerrado.
4. Km 5,2 - Cruce con pista forestal
Cruzamos una ancha pista forestal que viene desde la Casa Forestal de Navalcaballo y baja hasta la
aldea de El Robledo. Observamos que ahora hay más encinas. Poco más arriba, si volvemos la mirada,
disfrutaremos de grandes vistas sobre las tierras bajas del Valle del Guadalimar, cubiertas de olivares,
y de Segura de la Sierra. Tras cruzar un arroyo, el sendero gana altura zigzagueando durante un trecho
con notable pendiente. Entramos ya en el dominio de los pinos salgareños, rectos y de gran tamaño, y
el suelo se vuelve más herboso.
5. Km 6,4 - Chorreón de la Cañada de la Fresnadilla
A nuestra izquierda, abajo, aparece un amplio anfiteatro rocoso y escalonado, bajo el cual hay una toba
por la que cae el agua en cascada, llamado Chorreón de la Cañada de la Fresnadilla. Con frecuencia se
seca, pero si tenemos la suerte de verla con agua y cuando la temperatura ambiente es propicia, es un
lugar excelente para darse una improvisada ducha montañera. Después llaneamos por una chopera de
suelo muy herboso, bellísima en otoño.
6. Km 7,1 - Cruce con carretera
Cruzamos la carretera JF-7016. Nuestra ruta asciende por la Cañada del Borriquillo donde, al ser vía pecuaria,
la senda no está muy definida, pero las marcas y balizas no dejan lugar a dudas. En el kilómetro
7,5 nuestra ruta se separa del GR 147, con el que ha coincidido hasta ahora. Llegaremos a un calvero,
que es un amplio collado. Desde él se abren sorprendentes vistas hacia el este, concretamente hacia
el Cerro del Toril y la Loma del Mirandante. Abajo está el valle de río Madera. Nosotros continuamos,
viendo al frente la mole de El Yelmo, y después llaneamos por los pastizales de El Campillejo, siguiendo
las marcas y balizas, hasta llegar de nuevo a la carretera.
7. Km 8,5 - Cruce con carretera
Durante el último kilómetro y medio de nuestra etapa caminaremos por la estrecha carretera JF-7016,
sin pendiente, flanqueados por El Yelmo y los amplios pastizales de El Campillejo, y en medio de un
paisaje abierto y magnífico. En los kilómetros 9 y 9,4 veremos señalizados dos caminos a la derecha
que convergen en la Fuente del Avellanar. Es importante abastecerse en ella de agua, porque el refugio
donde finaliza la etapa no dispone de fuente. El primero de esos caminos tiene 150 metros de longitud
y el segundo 300 metros.
8. Km 10 - Refugio Casa Forestal El Campillo
La etapa termina en la casa forestal de El Campillo, situada en la base suroriental de El Yelmo. La antigua
casa donde vivía el guarda forestal está en ruinas, pero su tamaño y la existencia de varias construcciones
auxiliares dan idea de la importancia que tuvo en su momento, lo que es lógico dada la tradicional
relevancia forestal de toda la zona. En una de esas dependencias está el refugio en el podemos
pernoctar. El punto de agua más cercano es la fuente del Avellanar. Para llegar a ella debemos ir por la
carretera -dirección Segura de la Sierra- y a unos 600 metros tomar el camino señalizado que antes
hemos comentado, y que ahora encontraremos a la izquierda. Desde ahí, la fuente está a 300 metros.
El Campillo no es solo un lugar de gran belleza, sino también un punto estratégico para iniciar varias rutas
senderistas. Podemos, obviamente, continuar por el GR 247 haciendo la etapa 3, que llega a Hornos
de Segura. Pero también se puede optar por subir a la Cumbre de El Yelmo -uno de los mejores miradores
de la zona norte del parque- por el PR-A 194, señalizado y que también forma parte del sendero
Bosques del Sur como derivación 2. O bien se puede bajar al valle de río Madera por el camino que
parte al otro lado de la carretera, justo enfrente del refugio. Este camino está recuperado y señalizado
por la Confederación Hidrográfica del Segura. Tiene una longitud de 4,8 km y un desnivel total negativo
de 230 metros. Discurre por hermosos bosques y, al final, pasa junto a la aldea de Arroyo Canales (río
Madera), donde podemos enlazar con la variante GR 247.1 del sendero Bosques del Sur. Aunque esta
variante no enlaza aquí con esta parte del sendero, un pequeño desplazamiento te permitiría una ruta
alternativa, usando la variante para regresar a Segura de la Sierra por otro camino, o conectar directamente
con las etapas del interior de la Sierra de Segura.
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El pórtico de entrada a Segura de la Sierra para la mayoría
de los visitantes, que llegan por carretera, es la
espléndida Puerta Nueva, que parece datar del s. XVI y
que sustituyó a otra anterior de la que sólo queda el torreón
izquierdo. Pero hoy, al recuperar el uso de los viejos
caminos, volvemos a entrar por puertas ya casi olvidadas,
hechas para defender el pueblo en tiempos en
los que no había senderistas ni turistas ecuestres, sino
caminantes y jinetes. O, simplemente, aldeanos que
bajaban a sus escondidos hortales a lomos de burro.
Así, el sendero Bosques del Sur pasa por dos de sus
puertas. Si venimos de hacer la etapa 1 entramos por
la Puerta de Orcera, que formó parte de la antigua
muralla árabe y hoy pide a gritos una restauración. Si
salimos por el otro extremo del pueblo para hacer la
etapa 2 hacia el valle del Trujala y El Campillo, pasaremos
por la Puerta de Catena, que fue parcialmente
restaurada en 1972 y que conserva el auténtico aspecto
de una puerta medieval musulmana. Está incluida
en un torreón muy poco visitado, en cuyo interior,
con un poco de imaginación, podemos evocar los rincones
similares que hoy siguen existiendo en muchos
pueblos del Magreb.
De la Puerta de Góntar, que en su momento controlaba
la entrada desde la sierra, sólo queda una torre
poco reconocible, habilitada como botiquín de la plaza
de toros, en el camino que sube al castillo. Y de la
Puerta Herrada apenas queda una parte de la cimentación.
Así pues, en tiempos de los musulmanes, para
quienes la importancia de las medinas tenía relación
con el número de sus puertas, Segura de la Sierra tenía
cinco, un número nada despreciable.
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