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GR247 ETAPA 19 La Toba - Prado Maguillo (R. Casa Forestal El Bodegón) - Bosques del Sur. Sendero de Gran Recorrido 247

ETAPA 19 La Toba - Prado Maguillo (R. Casa Forestal El Bodegón)

Perfil Sendero ETAPA 19 La Toba - Prado Maguillo (R. Casa Forestal El Bodegón)
Característica Descripción
Distancia total: 9,6 km.
Tiempo estimado: 3 horas y 30 minutos
Tramos de pista, camino forestal o rambla: 45,31%
Tramos de senda: 46,36%
Tramos de vía pecuaria: 0%
Tramos de asfalto o cemento: 8,33%
Desnivel máximo: 562 m.
Desnivel acumulado de ascenso: 686 m.
Desnivel acumulado de descenso: 335 m.
Coordenadas (Según Proyección UTM Datum European 1950): • La Toba: x538617 y4225989
• Prado Maguillo: x537248 y4231561
Coordenadas (Según Proyección UTM Datum ETRS89): • La Toba: x538505 y4225782
• Prado Maguillo: x537136 y4231354



Descarga de archivos de la ruta. Tracks de la Ruta (KML, GPX, XLS)

  -fichero KML. Tracks de la Ruta en formato KML
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Datos de Interés

  -Accesos. Inicio: a La Toba se accede desde las Juntas de Miller y desde río Madera por la JF-7038 que recorre el Valle del río Segura. Final: a Prado Maguillo se llega tomando un desvío en la aldea de La Venta Rampias, que está en la carretera JF-7038.
  -Puntos intermedios con acceso rodado: Lugar: La Peruela y Fuente del Esparto. Posición: Km. 2,4. Tipo de vía: Carretera.
Lugar: Los Anchos. Posición: Km. 8,1. Tipo de vía: Carretera.
  -Poblaciones más cercanas: La Toba, Los Anchos, Prado Maguillo, Santiago de la Espada.
  -Términos municipales por los que discurre: Santiago-Pontones.
  -Enlaces con otros senderos: PR-A 100, PR-A 128, GR-147.
  -Puntos de agua: La Toba, La Peruela, Los Anchos, Prado Maguillo.
  -Puntos de avituallamiento: En el sendero: La Toba. Cerca del sendero: no hay.
  -Refugios: En el final: refugio Casa Forestal El Bodegón (a 1,4 kilómetros del final de etapa).
  -Alojamiento y restauración en el sendero y su entorno cercano: Toba y su entorno, Prado Maguillo y su entorno.
  -Ciclabilidad: Casi la mitad de la etapa se desarrolla por sendas, en las que hay cortos tramos con pendientes fuertes y suelo irregular. El Paso de la Viga no es ciclable, lo que supone unos 400 metros.

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Lo mejor de la ruta

  Esta etapa es corta pero intensa por la cantidad y variedad de alicientes que tiene, de manera que los esfuerzos del caminante se verán sobradamente compensados. Recorriéndola se goza de grandes panorámicas desde los puntos más elevados, inmensos bosques de pinos laricios y pequeñas aldeas de casitas blancas, perdidas en la montaña, auténticos baluartes aún vivos de la vida tradicional de la alta montaña andaluza, como La Toba (con un potente nacimiento de agua en una cueva), la Fuente del Esparto, Los Anchos o Prado Maguillo, estas dos últimas en un delicioso valle mil veces fotografiado y con una arquitectura popular bastante bien conservada.
La ruta salta del valle del río Segura al del Arroyo de Los Anchos, este último aún más angosto y solitario que el primero. Tras cruzar el río Segura conoceremos minúsculas aldeas, algunas de ellas ya deshabitadas. Después ascenderemos por pinares -sobrevolados por el buitre común y el águila real- hasta el espectacular Paso de la Viga, un estrecho portillo en la roca tras el que se abre un inesperado balcón natural hacia el Valle de Los Anchos.
Desde allí bajamos para atravesar los plácidos campos de labor, muchos de ellos abandonados pero punteados por pequeñas choperas que añaden unas cálidas pinceladas amarillas en otoño. La aldeas de Los Anchos y Prado Maguillo parecen suspendidas en el pasado, y en ellas nos podremos fijar en muchos detalles de la arquitectura tradicional serrana, además de recrearnos sin prisa en la vista de este recoleto valle encajado en la alta montaña. Es interesante visitar el sorprendente Colección Etnológica Alma Serrana, situado en un entorno de gran calidad paisajística y que atesora un sinfín de objetos pertenecientes a todos los oficios tradicionales.
Además en el inicio de esta etapa puedes disfrutar de la derivación 7 del GR 247, que pasea por las orillas del misterioso embalse de Las Anchuricas. El final de la etapa coincide con el principio de la variante GR 247.1 que conecta en dos jornadas con la etapa 1 y la etapa 2 en Segura de la Sierra.

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Descripción

  1. Km 0 - La Toba
La etapa comienza junto al panel informativo de inicio que hay en las afueras de la aldea de La Toba, muy cerca del río Segura, cuyo puente cruzamos para llegar a los pocos metros a la carretera JF-7038. Giramos a la derecha, en dirección a Las Juntas de Miller, y caminamos unos 650 metros por la carretera, viendo a nuestra derecha y en la ladera de enfrente varias cascadas procedentes de La Toba, que vierten sus aguas al río Segura. Tomamos la senda que sale a la izquierda, en ascenso, muy cerca de la aldea de Casicas del río Segura, que queda a la derecha.
La senda desemboca en una bifurcación de pista forestal semiabandonada. Continuamos por la izquierda, prácticamente en la misma dirección en la que transitamos y seguimos subiendo. Esta pista, más arriba, en una pequeña colina, aparece ya en mejor estado de conservación y la continuamos sin desviarnos 100 metros para llegar a otra pista que sube hacia la izquierda y mantiene la altitud. Nosotros seguimos al frente.
Llegamos a otro cruce de pista, que está asfaltada; deberemos tomar hacia la izquierda. A escasos metros dejamos a la derecha una valla y varias casas habitadas, que constituyen la pequeña aldea de La Garganta. Estamos en medio de un pinar salpicado con algunos quejigos, pero es también un paisaje en el que quedan muchos testimonios de la intervención humana, como bancales y huertas ya abandonadas. Continuaremos por esta pista hasta donde se acaba, junto a la aldea de La Fuente del Esparto.

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  2. Km 2,4 - Cortijo de La Peruela
Llegamos a los cortijos de La Peruela, prácticamente un barrio de la aldea de La Fuente del Esparto, que queda algo más abajo y a la derecha. En La Peruela encontramos huertas, un arroyo con vegetación de ribera bien conservada y un pequeño mirador. Antes del citado arroyo hay una senda a la derecha que baja a la aldea de La Fuente del Esparto. Conviene apartarse de la ruta e ir por ella para dar un tranquilo paseo por esta aldea, de casas algo dispersas, y donde se respira la tranquilidad y autenticidad del ambiente rural de montaña de la Sierra de Segura.
Volviendo a nuestra ruta, continuamos por la pista al frente, pasando enseguida un arroyo y llegando a la aldea de Los Galdones, donde la pista se convierte en senda. Vemos pequeños cortijos, algunos ya en ruinas, así como bancales, chopos, nogales, higueras y otros frutales, además de una tradicional fuentelavadero pintada de azulete. El camino se interna en el bosque, pero a los pocos metros encontramos a la izquierda la vieja era de Los Galdones. Las eras están siempre en lugares bien abiertos y ventilados, pues en ellas, después de trillar para separar el grano de la paja del cereal, era preciso aventar esta última. En la de Los Galdones debemos hacer una parada para contemplar con calma el extraordinario paisaje que se abre ante nosotros hacia el este y el sur. Los grandes bosques que se extienden bajo rotundos afloramientos rocosos presiden la panorámica. Vemos el valle del Segura hendiendo las montañas, entre las que destacan la Umbría de Los Anguijones y los Poyos de La Toba, coronados por el Puntal de las Buitreras, llamado así porque en los cantiles que hay bajo el mismo hay numerosos huecos utilizados por los buitres para anidar o descansar. Mientras nos movemos por la era, nuestros pasos levantan el aromático perfume de la mejorana.
Continuamos subiendo por el camino, observando la abundancia de encinas que se mezclan con los pinos, y en el kilómetro 3 salimos de nuevo a pista forestal, que tomamos a la derecha. Algunas paratas (muretes de piedra seca) testimonian que antiguamente se aprovechó cualquier pedazo de terreno medianamente plano para sembrar cereales. A la derecha vemos los altos riscales que coronan el Calar del Cobo, a cuya cumbre, el Puntal de la Misa, sube la derivación 8, una de las más espectaculares del sendero Bosques del Sur. Nuestra pista transita por un denso bosque de pinos laricios o salgareños con encinas y quejigos. De cuando en cuando vemos ejemplares de arce y de sabina mora. El vallado que vemos en algunos tramos corresponde a una zona donde se cultivan trufas.

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  3. Km 4,8 - Cortijos de Los Paulinos
Nuestra ruta pasa a continuación junto a los cortijos de Los Paulinos, que quedan a la derecha, enclavados en uno de los parajes más espectaculares de la Sierra de Segura. Están ya abandonados, aunque aún podemos disfrutar de la presencia de los hermosos nogales plantados por sus antiguos habitantes. Dejamos la pista para tomar una vieja senda que arranca por la izquierda, unos 100 metros antes de una era (la "de abajo"), ganando maravillosas vistas sobre el valle del Segura y la gran mole rocosa del Puntal de la Misa, como podemos comprobar en la nueva era (la "de arriba") por la que pasamos. La senda zigzaguea por el bosque de pinos laricios, girando después hacia el oeste para encarar la muralla rocosa de la Cuerda del Mosco, que en principio parece difícil de franquear.

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  4. Km 6,1 - Paso de la Viga
La senda se va encaramando por terreno cada vez más rocoso y llega a un punto donde no sería posible su continuidad de no ser por el hábil y duro trabajo de los antiguos habitantes de la zona que, en el Paso de la Viga, levantaron una horma o calzo de piedra seca (es decir, sin argamasa, como sería el caso de la mampostería) de varios metros de altura para apoyo del camino al tiempo que excavaron la pared rocosa a lo largo de varios metros para que hubiera el hueco suficiente para poder pasar. El esfuerzo de construir este paso merecía la pena, porque las relaciones entre el valle del Segura y el de Los Anchos era intenso cuando todas las aldeas y cortijos estaban poblados y resultaba imprescindible que hubiera al menos un lugar por donde poder pasar con las caballerías sin dar grandes rodeos. Gracias al Paso de la Viga los habitantes de ambos valles mantuvieron siempre unas fluidas relaciones, tanto comerciales como personales y familiares. Había, y sigue habiendo, otros pasos entre ambos valles, pero solo podían recorrerse a pie. La ruta serpentea entre farallones por un firme poco consolidado, con bastantes piedras sueltas, por lo que hay que tener especial precaución. Además, durante parte del año baja un pequeño arroyo, que en ocasiones puede helarse. Si miramos hacia atrás, las vistas hacia el valle del Segura nos obligarán a detenernos con admiración. Finalmente salimos de la grieta y a escasos 200 metros finaliza la subida en el collado. El camino se suaviza a partir de aquí y llanea en medio de un espléndido balcón natural con vistas no menos asombrosas. A nuestra derecha, ya en la otra vertiente de la montaña, quedan los farallones de Poyo Gavilán y el paso de La Raja, parecido al de la Viga pero aún más angosto, y por el que no va nuestra ruta. Muy pronto gozaremos de la visión del espectacular valle de Los Anchos, con la aldea del mismo nombre y otras como Majada Oscura y Prado Maguillo, teniendo como telón de fondo la Loma del Mirandante y los calares de Peña Rubia y El Espino. Desde aquí hasta Los Anchos, aunque la ruta está perfectamente señalizada, hay que estar especialmente pendientes de las marcas y balizas. Tras bajar por un tramo de terreno aún rocoso, el camino se interna en el pinar y se hace más ancho y cómodo, aunque depara menos emociones. Poco antes de llegar al fondo del valle, en un amplio claro del bosque y tras haber recorrido poco más de kilómetro y medio desde el Paso de la Viga, pasamos junto al pequeño cementerio de Los Anchos, que queda a nuestra izquierda. Es un lugar conmovedor cuyos bajos muros nos permiten asomarnos al recinto y ver las sencillas tumbas, sin nichos ni lápidas, donde descansan los restos de los serranos y serranas que durante tanto tiempo vivieron de los recursos de este valle de montaña, creando con ello el armónico paisaje que nosotros ahora disfrutamos. Poco después salimos del bosque y llegamos a la deliciosa vega de Los Anchos, con bancales, huertos (la mayoría sin cultivar), manzanos y pequeñas choperas que en otoño dan las pinceladas amarillas que tanto embellecen este paraje. Pasamos el arroyo de Los Anchos por un puente y continuamos siguiendo las balizas, alcanzando la aldea cien metros después.

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  5. Km 8,1 - Los Anchos
Esta aldea merece un detenido paseo para contemplar su bien conservada arquitectura popular, como la de las aldeas cercanas, además de sus hermosísimas vistas. Descubriremos el lavadero, la ermita y el viejo horno comunal restaurado. Es imprescindible desviarse de la ruta para bajar por la carreterita del valle, hacia la izquierda, a la vecina aldea de Majada Oscura, a la que se llega en pocos minutos y donde está la Colección Etnográfica Alma Serrana. A pesar de su reducido espacio, alberga una gran colección de objetos antiguos de uso cotidiano en la vida tradicional serrana, y está en un lugar absolutamente sorprendente, en el que no se espera encontrar algo así. Transmite autenticidad, no sólo por las piezas que expone, sino también por el cortijo tradicional que ocupa y por el extraordinario paisaje del que forma parte. La casa-museo nos propone un recorrido por diferentes aspectos de la vida tradicional, tales como las estancias de la casa serrana, la escuela rural, la barbería, el antiguo mesón, el establo y los oficios relacionados con el bosque. Desde Los Anchos, el sendero Bosques del Sur continúa por la pista forestal asfaltada que sale de la parte de arriba de la aldea, a pocos metros de la ermita y el lavadero, hacia la aldea de Prado Maguillo. Lo que resta es un grato paseo suavemente ascendente entre pinos, encinas, chopos y pequeñas praderías, con trechos que tienen buenas vistas hacia el valle.

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  6. Km 9,6 - Prado Maguillo
La etapa termina en esta deliciosa aldea, que es más pequeña que Los Anchos, pero que también conserva bien la arquitectura popular y tiene una posición algo más elevada, lo que la convierte en un inolvidable mirador sobre el valle. Prado Maguillo es además uno de los lugares más estratégicos del sendero Bosques del Sur, ya que es principio o final de tres etapas: la 19, que acabamos de describir; la 20, por la que llegamos hasta el refugio de la Era del Fustal, y la etapa 1 de la variante GR 247.1, que se dirige al valle de río Madera. En Prado Maguillo y en Los Anchos hay oferta de turismo rural, si bien es reducida, lo que puede hacer recomendable que reservemos con cierta antelación porque se trata de aldeas muy pequeñas. Existe la posibilidad alternativa de pernoctar en el refugio de la Casa Forestal El Bodegón, situado a 1,4 kilómetros de Prado Maguillo. Para llegar a él hay que salir de la aldea por la pista forestal por la que discurre la etapa 1 de la Variante GR 247.1, que va hacia río Madera y está indicada con señales direccionales. Una vez recorridos 750 metros de toma un desvío a la izquierda, también señalizado, que nos conduce al refugio al cabo de otros 650 metros. Ocupa una de las construcciones auxiliares de la antigua casa forestal. Tanto esta como el almacén -al que se llamaba barraca- ya están en ruinas, pero el paraje, que es un amplio claro en pleno bosque, es encantador.

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Mariposa Isabelina, la Esmeralda Voladora

  Los pinares de pino laricio del parque natural, como los que vemos en esta etapa, son el hábitat de una mariposa que es considerada como la más bella de Europa. Se trata de la mariposa isabelina (Actias isabellae), llamada así porque su descubridor para la ciencia, el médico y naturalista Mariano de la Paz Graells, dedicó su hallazgo a la reina Isabel II en 1848. Impresiona por su tamaño, ya que puede alcanzar los 9 centímetros con las alas desplegadas, pero sobre todo por el espectacular diseño y colorido de sus alas. Estas son de un intenso verde esmeralda, con llamativos ocelos de varios colores y elegantes venas rojizas. Los machos lucen una especie de cola en las alas posteriores, así como unas llamativas antenas plumosas que les sirven para detectar la presencia de feromonas, sustancias químicas producidas por las hembras para atraerles sexualmente.
Es una especie nocturna cuyos adultos vuelan unos pocos días durante los meses de abril a junio. A veces se la encuentra posada e inmóvil a plena luz del día en pueblos y cortijos. Esto se debe a que resulta atraída por los focos de luz blanca, quedando desamparada si la luz del día le sorprende lejos de los pinos, lo que resulta peligroso para una especie que no es abundante. En tiempos pasados la especie sufrió en España el acoso de los coleccionistas, y más tarde las desastrosas consecuencias del uso indiscriminado de sustancias químicas para combatir la plaga de la procesionaria del pino.
En su fase de oruga se alimenta exclusivamente de acículas de pino, por lo que esta especie solo vive en pinares, concretamente en pinares de pino negro, silvestre y laricio de los Pirineos, el Sistema Ibérico, la Sierra de Guadarrama y el macizo formado por las sierras del parque natural y la vecina Sierra de Alcaraz.

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Mapa del Sendero

Mapa Sendero ETAPA 19 La Toba - Prado Maguillo (R. Casa Forestal El Bodegón)
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