La
mayor parte de esta larga ruta circular transcurre por sendas
que atraviesan terrenos muy quebrados, con continuas
subidas y bajadas. Iremos viendo los valles de los
ríos Tus y Guadalimar,
y las elevaciones del Mentiras, la sierra de Alcaraz
y el Calar del Mundo, cuyo borde sur
toca la ruta en medio de un paisaje descarnado y solitario. Es
de destacar el impresionante tajo de Peñalcón.
Por
su longitud y desnivel, esta ruta permite conocer los ambientes
de la baja, media y alta montaña segureñas, dominadas
respectivamente por pinares de carrasco, negral y salgareño, siendo
destacables en la zona alta los encinares y la abundancia de arces.
La
ruta pasa por la cueva de San Blas,
don de hay un nacimiento de agua, y por la plaza de Toros, viejo
tentadero de ganaderái brava. Fuera de la ruta, pero por caminos
señalados por flechas, se llega a dos parajes imprescindibles:
la Laguna, tranquila nava rodeada de encinares donde aflora
un bello charcón temporal, y el Puntal, emblemática cumbre
sileña desde la que se practica el vuelo libre.
Entre
los muchos animales presentes en la zona destacan la cabra
montés, el ciervo, el buitre leonado y
el halcón peregrino.
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