Pasos de las Arenas y de las Arenillas desde la Cueva del Peinero, con Pepe Cabrera

[Juan José Frías Mora]

Sensacional y exigente ruta Villana, magistralmente capitaneada por Pepe Cabrera, ayudado por su incansable curiosidad, su inagotable capacidad de caminar, su intuición y perspicacia y la valiosísima información de Luis Cano (muchas gracias Luis!!!). Y muchas gracias Pepe, me sigue sorprendiendo cada día, tu jovialidad y tu tenacidad.

“Cautivadora y fascinante ruta; genuinamente Villana, con extraordinarios y bellísimos paisajes, soberbios cortados e insuperables desniveles;
Parajes idílicos, pendientes imposibles, naturaleza y belleza; 100% Villana!!!”

Imprescindibles, para apreciar la dificultad y la complejidad de esta ruta, con las previas de Pepe
http://www.turismoencazorla.com/foru...rrieros-t6486/

http://www.turismoencazorla.com/foru...z-r-gil-t6493/

Comenzábamos temprano en la Cueva del Peinero, para tomar el camino del Molino de la Parra, pero antes de llegar al mismo, nos acercamos a ver el Charco Azul. Un “pequeño paseo” de ida y vuelta, a ritmo Pepe Cabrera, cruzando el Aguascebas Grande, algo crecido por las lluvias, “acercándonos” a dos cenajos en la parte alta del camino de vuelta (evidentemente es una forma de hablar, pues son dos pendientones verticales de narices!!).

Ya en el Molino de la Parra, tras disfrutar del molino y del paraje, encaramos la, también exigente, subida por el arroyo de la Bruna.

Tras la subida, llegamos al precioso paraje de la Tejea (Tejera en otros mapas) y recorremos los llanos y las preciosas navillas contiguas. Encaramos, una subida más, hasta el collado de “las Cataplasmas” o de las Arenas. Y aunque no es necesario alcanzarlo, para buscar el paso de las Arenas, llegamos al mismo, para bordear la lancha de este Poyón!!! (que suponemos el denominado Poyo Pinero).
Recrearse con las vistas desde la cresta de este poyo, sin dudar!!!, compensan, el madrugón, los km, la paliza y la vuelta en coche, siempre con el sol de frente c.ñ.!!!!!!

Una vez disfrutado y gozado con estas vistas sin igual, entramos el paso de las Arenas, descendiendo hasta las Arenillas. El recorrido por la base de este Poyo es sublime. Siendo imperceptible en la mayoría del recorrido, la intuición del pariente fue imprescindible para llegar a buen fin. El encontrar un resiego en este paredón, indica que por aquí transitaban personas, además de las montesas y los jabalíes.
Antes de abandonar este paraje, recorremos unos poyetes más suaves, (suponemos que son los denominados Morrones de las Arenas), donde también aparece un resiego, en un pino seco.

Una vez, de nuevo en el Collado de las Arenas, una pendiente mas y otra más a continuación, para alcanzar el paso de una raja (“en ná, pariente”), que nos acercará al collado de la Tejea y bordear así las soberbias vistas del Collado del Pocico, Barranco del Zarzalar, Lancha Benita y resto de puntales, que se precipitan al Aguascebas.

Bordeamos la lancha sobre el arroyo Aguascebas de la Cueva del Agua y cruzamos los Rasos, para llegar a la preciosa carretera Transversal de Las Villas, para en un reposado caminar, la disfrutamos con sus deliciosos e incomparables parajes verticales, salpicados de monte, vegetación, riscos y peñascos. El último regalo es el área recreativa de la Cueva del Peinero, vestida de otoño para recibirnos y finalizar, así esta fantástica excursión.

Recordar que debido a la geografía tan escarpada, la acusada verticalidad y lo expuesto de este tipo de pasos, estas rutas deben realizarse con personas de gran preparación y experiencia, siendo necesaria previamente, información precisa y minuciosa del recorrido a realizar.






Nada mas empezar y para calentar, nos acercamos al Charco Azul, aunque sin dudar esta vista, merece la pena!!!

[Juan José Frías Mora]

A la vuelta del Charco Azul, "nos acercamos" ” a dos cenajos y unas labores, en la parte alta del camino (evidentemente es una forma de hablar, pues son dos pendientones verticales de narices!!).

[Juan José Frías Mora]

Avanzamos hasta el Molino de la Parra






Gola o salida del agua tras pasar por el eje y el moledero

[Juan José Frías Mora]

Desde los llanos de La Bruna, arrancamos la exigente subida






En un descanso de la cuesta
Coprinus niveus, es comestible, aunque no creo que nadie lo consuma

[Juan José Frías Mora]

En un recodo del camino comenzamos a ver algunas setas


Pata de perdiz, comestible, aunque un sabor extraño


Hipoloma fasciculare, seta muy tóxica. Es dificil su intoxicación porque es muy, muy amarga


Hoenbuelia geogenia, "eugenia" para los amigos. Es comestible, aunque sabe a resina. Pude confundirse con la seta de cardo.

[Juan José Frías Mora]

Tras los llanos de la Tejea, el tramo mas difícil y exigente de la ruta; en busca de las Arenas y las Arenillas
Aunque antes cresteamos desde el Collado de las Arenas o de las cataplasmas, con unas vistas inigualables





Arenas


Resiego en el paso de las Arenillas

[Juan José Frías Mora]

"Casi" en linea recta volveremos al Collado dela Tejea por dos hermosos cuestarrones que terminan en el paso de la Raja







Por fin vemos la tejea (en bajo y en sombra)

[Juan José Frías Mora]

Otras maravillosas vistas en el Barranco del Aguascebas de Gil Cobo. Collado del Pocico y barranco del Zarzalar






Cómodas sendas!!!

[Juan José Frías Mora]

Tras abandonar el barranco del Aguascebas del Gil Cobo, cruzamos Los Rasos, para ir llegando a lugares civilizados






Antes, nos topamos con un antiguo refugio a ras de suelo

[Juan José Frías Mora]

En la Cueva del Peinero, además del paisaje otoñal, algunas setas mas


Armillaria melea, una precisidad de seta y de foto de Pepe Cabrera


Coprinus comatus, excelente comestible, aunque se marchita, en pocas horas


Por último, de penitencia en La Bolera de Villanueva del Arzobispo