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GR247 VARIANTE GR 247.3 (etapa 1) Cazorla - Refugio Casa Forestal El Sacejo - Bosques del Sur. Sendero de Gran Recorrido 247

VARIANTE GR 247.3 (etapa 1) Cazorla - Refugio Casa Forestal El Sacejo

Perfil Sendero VARIANTE GR 247.3 (etapa 1) Cazorla - Refugio Casa Forestal El Sacejo
Característica Descripción
Distancia total: 15,04 km.
Tiempo estimado: 5 horas Y 22 minutos
Tramos de pista, camino forestal o rambla: 24,60%
Tramos de senda: 75,40%
Tramos de vía pecuaria: 0%
Tramos de asfalto o cemento: 0%
Desnivel máximo: 927 m.
Desnivel acumulado de ascenso: 993 m.
Desnivel acumulado de descenso: 425 m.
Coordenadas (Según Proyección UTM Datum European 1950): • Cazorla: x500111 y4195682
• Refugio C.F. de El Sacejo: x503471 y4195414
Coordenadas (Según Proyección UTM Datum ETRS89): • Cazorla: x500000 y4195475
• Refugio C.F. de El Sacejo: x503360 y4195207



Datos de Interés

  -Accesos. Inicio: a Cazorla se accede por las carreteras A-315 y A-319 desde Torreperogil; por la A-322 desde Quesada; y por la A-6204 desde Santo Tomé. También se llega desde El Tranco por la A-319. Final: al refugio casa forestal de El Sacejo se accede a través de Vadillo-Castril y Arroyo Frío por la carretera JF-7094.
  -Puntos intermedios con acceso rodado: Lugar: Riogazas. Posición: Km. 3,6. Tipo de vía: Carretera y pista forestal.
  -Poblaciones más cercanas: Cazorla, La Iruela, Arroyo Frío, Vadillo Castril.
  -Términos municipales por los que discurre: Cazorla, Peal de Becerro.
  -Enlaces con otros senderos: PR-A 312; PR-A 313; SL-A7; SL-A8.
  -Puntos de agua: Cazorla, Nacelrío, La Malena, fuente-abrevadero en el Cerro Cagahierro, refugio casa forestal de El Sacejo.
  -Puntos de avituallamiento: En el sendero: Cazorla. Cerca del sendero: La Iruela.
  -Refugios: En el inicio: no hay. En el final: refugio casa forestal de El Sacejo.
  -Alojamiento y restauración en el sendero y su entorno cercano: Cazorla, La Iruela, entorno de ambos pueblos, El Sacejo.
  -Ciclabilidad: La mayor parte de la etapa discurre por senda. Cortos tramos con fuerte pendiente a la salida de Cazorla. Desde Riogazas hasta unos dos kilómetros antes de finalizar la etapa, hay puntos y cortos tramos con suelo pedregoso, escalonamientos y senda muy estrecha.

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Lo mejor de la variante

   Esta etapa une el pueblo de Cazorla con el refugio de El Sacejo, junto al Parador de Cazorla. Discurre, por tanto, entre el borde exterior suroccidental del parque natural y las laderas que caen al valle del Guadalquivir, eje de la zona sur del parque. Su recorrido tiene muchos alicientes, empezando por el propio pueblo de Cazorla, el más visitado del parque, y el camino que parte de la población remontando el frondoso valle del Cerezuelo, cerrado por una muralla rocosa por la que se despeña la Cascada de La Escaleruela cuando las precipitaciones han sido suficientes.
Desde el mirador de Riogazas podremos contemplar unas excepcionales panorámicas de Cazorla y los montes que la rodean, con la gran campiña olivarera al fondo. Más adelante, el propio camino que recorremos deja de ser un simple medio para disfrutar del paisaje y se convierte en protagonista de la ruta. Ancho, con buen firme y construido a la manera tradicional, con sus hormas y calzos de piedra seca, es un tipo de camino que solo podemos encontrar en esta zona del parque natural, como comprobamos también en otras etapas del GR 247. Por su calidad, por el esfuerzo y la pericia que en su momento necesitó su construcción y por los impresionantes parajes que recorren, estos caminos forman parte de lo mejor del patrimonio del parque.
Hasta el collado de El Gilillo disfrutaremos de grandiosas vistas hacia las tierras bajas cubiertas de olivares, y una vez rebasado, la ruta cambia de vertiente y mira hacia las montañas que flanquean el encajado valle del Guadalquivir, en un claro contraste entre paisajes agrícolas y forestales. Si en el citado collado optamos por desviarnos brevemente y subir a la cumbre del mismo nombre, gozaremos de uno de los espectáculos paisajísticos más emocionantes del parque natural, con vistas que abarcan desde el norte de la Sierra de Segura hasta Sierra Nevada.
La riqueza faunística de toda la zona es grande. Es fácil ver buitres y frecuente divisar águilas reales. Y cómo no, en cualquier momento nos pueden sorprender la cabra montés, el ciervo, el gamo y el muflón. En dos jornadas, esta variante conduce a las etapa 14 y etapa 15, que son respectivamente la conexión con el valle del Guadalentín y los Campos de Hernán Perea.

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Descripción

  1. Km 0 - Cazorla
La ruta parte de Cazorla, junto al río Cerezuelo -también llamado de Cazorla-, muy cerca de la Plaza de Santa María y en el camino que sube al Castillo de La Yedra. Este río y su entorno han sido restaurados hace pocos años y dispone de un agradable sendero para disfrutarlo. Nuestra ruta gira a la izquierda a los pocos metros de su inicio, pasando a la orilla derecha del río.
La fuerte pendiente hace que enseguida ganemos altitud, siempre en un ambiente muy frondoso, entre casas, huertas y chalés, enlazando diversos caminos con distintos tipos de firme cuyos cruces están bien señalizados con marcas de cuatro colores, ya que en este primer tramo nuestro GR coincide con otros senderos de pequeño recorrido -PR- y un sendero local -SL -. Si miramos hacia atrás veremos una bella estampa del pueblo de Cazorla coronado por su castillo, y al fondo, la campiña olivarera y Sierra Mágina. El camino que recorremos es el que tradicionalmente han usado los cazorleños para subir a la sierra andando o a lomos de sus caballerías.
El valle que tenemos a nuestra derecha merece ser contemplado con detenimiento por su frondosidad. También podemos ver, en la vertiente contraria a la que estamos recorriendo, las ruinas del Castillo de las Cinco Esquinas, o de Salvatierra, que así se llama el cerro que corona. Se trata de una fortificación de finales del siglo XII, cuya torre tiene una curiosa planta en forma de pentágono irregular. Pasaremos al lado de la humilde ermita de San Sebastián, al parecer de finales del siglo XV, que queda a nuestra izquierda.
De tanto en tanto veremos en el fondo del valle los pequeños saltos que hace el río, cuyas aguas movieran en su día las piedras del molino de Tíscar. Mientras, durante algunos trechos, el paisaje no puede ser más ameno, con huertos, bancales, higueras, caquis, chopos, algunos olivos, y al fondo, la muralla de poderosos farallones de la cuerda de un sinclinal, por los que se despeña la larga cola de caballo de la cascada de La Escaleruela, cuya visibilidad depende de la época del año y las precipitaciones caídas. La armonía entre hombre y naturaleza en estos parajes se expresa también en sus sonidos: el balido de las ovejas, el agua del río, las campanas de Cazorla y el canto de los pajarillos, que son tan abundantes y variados como los recursos que aquí encuentran.

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  2. Km 2,2 - Fuente de Nacelrío
Unos 100 metros después de haber cruzado el río por un puente llegamos a la fuente de Nacelrío, donde hay un cruce que debemos tomar a la derecha. A la izquierda iríamos a la ermita de la Virgen de la Cabeza en una hora. Por este santuario pasa la etapa 10 del GR 247, a un kilómetro de su final, lo que conviene tener en cuenta si queremos hacer recorridos alternativos. A partir de aquí nos internamos en los territorios de los bosques y los roquedos, comenzando por un ancho camino en medio de un pinar de pino carrasco.
Tras cruzar el arroyo de La Malena en el kilómetro 2,7 encontraremos una nueva fuente y una pequeña área recreativa con una buena chopera y un precioso mirador hacia Cazorla. Unos metros más adelante (casi un kilómetro después de la fuente de Nacelrío) llegamos al fantástico mirador de Riogazas, un gran balcón desde el que vemos todos los parajes que hemos recorrido hasta este momento, identificados en un panel interpretativo nos ayudará a conocer mejor el paisaje que estamos disfrutando, donde la Peña de los Halcones a la derecha y la Loma del Castillo a la izquierda forman una gran uve en cuyo pie está el pueblo de Cazorla.

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  3. Km 3,6 - Caseta del control de Riogazas
Llegamos a la antigua caseta del control de Riogazas, que antiguamente era un punto de inspección de los vehículos que transportaban la abundante madera que siempre han producido estos montes. Encontramos una ancha pista forestal que hacia la derecha se dirige a la casa forestal de El Chorro y el Collado Zamora. Si la siguiéramos, enlazaríamos al cabo de 3 kilómetros con la etapa 11 del sendero Bosques del Sur a la altura del kilómetro 5,2.
Nosotros la cruzamos para continuar de frente por una senda que enseguida se ensancha convirtiéndose en un buen camino con piedras a los lados. 300 metros más adelante cruzamos de nuevo la misma pista y seguimos por nuestra senda al frente. Pronto comprobamos la importancia que tuvo este camino tradicional por su anchura y por los calzos y hormas de piedra seca que tiene. Pasamos por una zona repoblada con cipreses y a la izquierda veremos una vez más la cascada de la Escaleruela.
En el kilómetro 4,4 encontramos otro cruce con la pista forestal antes citada, que tomamos a la derecha, para abandonarla a los pocos metros por la senda que sale a la izquierda y que arranca con un escalonamiento. Tras pasar junto a una fuente-abrevadero el camino se interna en un pinar de pino negral, más denso que los que nos han acompañado hasta ahora. La mayor humedad hace que aparezcan los musgos y la hiedra, así como algunos pinos laricios, arces, majuelos y guillomos o durillos blancos (Amelanchier ovalis). La senda, que asciende por las laderas del Cerro de Cagahierro, es panorámica en algunos tramos.
En el kilómetro 6,2 pasamos por una zona encharcadiza donde hay que seguir la ruta fijándose en las piedras que marcan el camino.

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  4. Km 6,3 - Collado de Cagahierro
Llegamos al collado de Cagahierro. A la derecha parte un camino por el que enlazaríamos en tan solo un kilómetro con la etapa 11, en el tramo comprendido entre el monasterio de Montesión y el famoso paraje de El Chorro. Nuestra ruta continúa al frente, en ascenso sostenido, pasando por un pinar de laricios de repoblación. A partir del kilómetro 6,7 el pinar es sustituido por el encinar, pero según subimos, el terreno está pronto cada vez más pelado, con piornos, espinos arlos (Berberis hispánica) y algunos guillomos. La ausencia de arbolado permite disfrutar de extraordinarias vistas hacia la campiña jiennense. Este portentoso tramo por la Lancha del Gilillo, hasta el Collado del mismo nombre, es sin duda uno de los de mayor personalidad de todo el sendero Bosques del Sur. El camino es ancho y bien construido, con sus hormas de piedra seca. A la derecha está flanqueado por grandes cantiles, farallones y rocas desprendidas, mientras a la izquierda la vista se pierde hasta lejanos horizontes, viéndose en primer plano pueblos como Quesada y Peal de Becerro.
En el kilómetro 7,4 pasamos un pequeño collado tras el que aparece al frente El Gilillo, muy pelado y rocoso, mientras a la derecha, abajo, veremos los cortados de El Chorro. Nuestro extraordinario camino sigue serpenteando, sin estar ya pegado a los farallones y con un relieve más suave. Aparecen manchas de enebro rastrero, perfectamente adaptado a los vientos, las nieves y los suelos pobres, y nos sorprenden algunos ejemplares de mostajo (Sorbus aria), arbolillo relativamente frecuente en el norte de España pero bastante escaso en el parque natural.

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  5. Km 8,3 - Collado de Gilillo
Este punto es un hito importante de la etapa porque cambiamos de vertiente y la dirección del sendero deja de ser hacia el sureste para dirigirse hacia el noreste, abriéndose impresionantes vistas hacia las montañas que flanquean la vertiente derecha del valle del Guadalquivir, como el Calar de Juana y la Loma de La Mesa. Es muy recomendable desviarse de la ruta para subir a la cumbre del Gilillo, que está a solo 500 metros, y que con sus 1848 m de altitud, nos brinda unas increíbles panorámicas en todas las direcciones. Por el este vemos Sierra Mágina, coronada por el pico del mismo nombre, que es el más alto de la provincia de Jaén (2164 metros), extendiéndose las vistas hasta más allá de la Loma de Úbeda, en la campiña. Más hacia el sur, en días claros podemos ver alzarse a lo lejos las blancas cumbres de Sierra Nevada. Las vistas meridionales, ya sobre las montañas del parque, están coronadas por el pico Cabañas e incluyen el nacimiento del Guadalquivir. Hacia el este vemos la profunda hendidura del valle de este río y las montañas que lo flanquean por el lado opuesto, como el Calar de Juana y los Poyos de La Mesa. Y finalmente, hacia el norte, los interminables telones montañosos de las Sierras de Las Villas y Segura, donde destacan El Banderillas, El Yelmo y los calares del Espino y Navalperal.
De vuelta a nuestra ruta, abandonamos el ancho camino por el que hemos caminado para tomar una pequeña senda que sale a la izquierda, junto a las ruinas de una antigua caseta de vigilancia. Reaparece el arbolado, al principio con pequeños pinos laricios, y en seguida vemos un pequeño y precioso quejigar. A la derecha continuamos teniendo grandiosas vistas hacia el valle del Guadalquivir.
700 metros más adelante llegamos a un nuevo collado con una agradable pradera donde giramos de nuevo a la izquierda, dejando de tener vistas hacia el valle. La senda, muy estrecha al principio, pasa por un pinar y llega a una amplia hondonada que rodea por la derecha. El paisaje aquí es muy llamativo, estando dominado por una alfombra de piornos y enebros rastreros, así como rocas con perfiles dentados y formas muy caprichosas. Tras un corto ascenso alcanzamos otro pequeño collado (kilómetro 9,8) en el que volvemos a ver el valle del Guadalquivir, discurriendo nuestra estrecha senda entre piornos y por suelo bastante rocoso.

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  6. Km 10,15 - Collado
La ruta, siempre por la Loma de Los Castellones, llega a otro collado en el que nace, a la derecha, un agreste y estrecho barranco formado por un arroyo tributario del arroyo Cerezo, afluente a su vez del Guadalquivir. Las vistas son espectaculares, teniendo al este el valle del Guadalquivir. Nuestra estrecha senda continúa por suelo rocoso, en el no pueden crecer otros árboles que algunos pinos laricios pequeños y retorcidos, pero en el que aparece la sabina rastrera y, más adelante, el boj y el enebro rastrero. En el kilómetro 11,3 la ruta gira a la derecha cambiando de vertiente, descendiendo en zigzag por pinar, que ahora es más denso y que deja entrever en algunos tramos el valle del Guadalquivir. Los pinos van siendo más grandes según bajamos, aunque tienen muy poco sotobosque, porque bajo ellos solo crece el enebro rastrero. En el kilómetro 11,6 pasamos por un raso muy agradable en forma de suave hoya, que puede llegar a encharcarse en el centro y en cuyo margen derecho hay una alineación de rocas que parecen hincadas en el suelo. Salimos de la hoya por la derecha, fijándonos en la baliza correspondiente, y tomamos de nuevo un camino ancho y con buen firme. Tras llanear durante un trecho, descendemos otra vez por pinar en el que aparecen espinos arlos, laureolas, rosales y guillomos, con vistas intermitentes hacia el valle del Guadalquivir.

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  7. Km 12,2 - Puerto del Tejo
En este collado, con hermosísimas vistas hacia ambos lados, nuestro camino llega a una importante y nítida bifurcación. La de la izquierda nos llevaría hacia la ermita de la Virgen de la Cabeza, rodeando el Cerro de la Laguna por su vertiente sur. Si vamos sobrados de tiempo, se recomienda recorrer uno o dos kilómetros y volver al Puerto del Tejo, solo por el placer de disfrutar de las vistas impresionantes sobre el agreste barranco que recorre, así como del propio camino, amplio y bien construido a la manera tradicional. Nuestra ruta, en la citada bifurcación, continúa por la derecha, por pinar de pino negral con enebros, sabinas y encinas. Poco a poco se va ensanchando hasta convertirse en una pista forestal en la que aparecen algunos robles (quejigos). En el kilómetro 13,8 hay una bifurcación en la que debemos tomar a la derecha. En el último tramo nuestra pista desciende con bastante pendiente.

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  8. Km 15 - Refugio casa forestal de El Sacejo
Nuestra etapa finaliza en esta antigua casa forestal, en la que se ha habilitado un refugio. Está situada a pocos metros del Parador de Cazorla, establecimiento que fue pionero en el desarrollo turístico de la Sierra de Cazorla. Hay una fuente.

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La Época Dorada de los Caminos Forestales

  Los espléndidos caminos que recorremos en esta etapa (que no son modernas pistas forestales, pero tampoco antiguas sendas de arrieros), nos hacen preguntarnos por su origen. He aquí la respuesta de Alfredo Benavente Navarro, uno de los mejores conocedores del parque natural.
Los caminos más antiguos de estas sierras son de época medieval y servían para cruzarla, como el que va de Cazorla a Castril. Sobre este se marcó la senda que cruza Gilillo, el Puerto de Juan de Baco y Puerto Pinillo, pero la mayoría de los caminos que vemos en la Sierra de Cazorla son de la última década del siglo XIX y las tres primeras tres del siglo XX.
La propuesta original de esta red de caminos se produjo en 1883 por parte del Distrito Forestal de Jaén con el fin de comunicar las casas forestales previstas para la explotación forestal de las Sierras de Cazorla y Segura. Estos trabajos se comenzaron alrededor de 1900, cuando se aborda la construcción de dichas casas, con objeto de facilitar la comunicación y la vigilancia de los trabajos forestales, en una época en la que las maderas se sacaban del monte a través de ríos, jorros (caminos de saca) y caminos de arrieros, muchos de los cuales están en la actualidad debajo del asfalto de las carreteras o han sido ensanchados para convertirse en pistas forestales.
La dirección técnica de estos caminos la ejecutaba el ingeniero de turno en la brigada que correspondía. Así, en los montes de Navahondona, Guadahornillos, Vertientes del Guadalquivir, Torre del Vinagre, Hortizuela, Poyo Segura, etc., la red de caminos la ejecutó Enrique Mackay, uno de los más ilustres y competentes ingenieros de montes de la época a nivel nacional. En la Sierra de Segura, sin embargo, se hicieron pocos caminos nuevos por esa época, porque ya existía una red de sendas entre cortijos y aldeas, sobre las cuales se adecuaron las nuevas pistas forestales.
Por tanto, la mayoría de los caminos para la explotación forestal de estas sierras se crearon entre 1900 y 1936. Tras la Guerra Civil se hicieron pocos más, salvo en el Coto Nacional de Caza de Cazorla-Segura (1960) y algunos pocos para comunicar nuevas casas forestales

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Mapa del Sendero

Mapa Sendero VARIANTE GR 247.3 (etapa 1) Cazorla - Refugio Casa Forestal El Sacejo
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