Un reptil en tierra de lombrices
Tener la suerte de localizar este curioso animal, es un auténtico placer.
Sorprendente caso de convergencia evolutiva, donde dos animales tan distantes, como un invertebrado (lombriz de tierra) y un vertebrado (reptil), han configurado, a lo largo de su evolución un aspecto muy similar, debido a su adaptación a la vida bajo tierra.
Este animal, de hábitos subterráneos, con cuerpo cilíndrico, ápodo y segmentado; alargado de color pardorrojizo, produce la primera impresión de ser una lombriz de tierra. Cuando lo vemos más cerca se aprecia un cuerpo más consistente y turgente, con cabeza y boca con dientes, típicos de una lagartija.
Es la
Culebrilla Ciega (Blanus cinereus). Constituye un endemismo ibérico, siendo la única especie de su familia presente en toda Europa. Prácticamente ciega, por atrofia de sus órganos visuales; posee dos vestigios de ojos, que solo distinguen claridad-oscuridad. Por estos hábitos subterráneos y a pesar de su abundancia, no es un animal fácil de encontrar.
No es un animal peligroso ni posee veneno; por el contrario su alimentación basada en insectos, sus larvas y sus huevos, resulta muy beneficiosa al controlar poblaciones de insecto que pueden provocar plagas.
Es consumido por las culebras, algunas rapaces y por los jabalíes que hozando, intentan localizar este suculento bocado.
Las dos primeras fotos están hechas en Jabalcuz (Jaén) y las dos siguientes en Sierra Mágina (Majás de Josa)
