De jesús a jesús del monte por arrieros-torraso-ojo-puntal-corredera-cagadero-m.santa

[pepecabrera]

Tempranico, pariente, para poder hacer doce horas.

Así estaba el Torraso por la mañana.

Desde el Morrón de SAnta María.


155ª RUTA : 19-06-2013 : JESÚS DEL MONTE-CUESTA DE LOS ARRIEROS-COLLADO DE LA TOBLILLA- COLLADO DEL OJUELO-CRUZ DE HIERRO-CABALLO TORRASO-AGUJERO DE CARRALES-COLLADO DEL AGUA DE LOS PERROS-CORTIJO DEL PUNTAL-ESCALERA DEL PUNTAL-VADILLOS-COLLADO DE LA CARRASCA DE LA SEÑA-TORNAJO DEL CHINDO-JUEGO DE LA BOLA EN LA GARITA-LAS CORREDERAS-PUERTO DEL MORO-SENDA *******-SUBIDA POR EL CAGADERO DE DON VICENTE-SUBIDA POR EL BARRANCO LINDANTE A EL MORRÓN DE SANTA MARÍA-CASETA DE SANTA MARÍA-CUESTA DE LOS ARRIEROS-JESÚS DEL MONTE


SE VE: CASI TODAS LAS VILLAS DESDE LA CASETA DEL MORRÓN DE SANTA MARÍA


¿Por dónde andas?

Calla, lo que son las cosas, que queriendo investigar dos lugares he terminado “investigando” cinco; anda ya; lo que te digo; pero dónde te has metido, qué has hecho.
Mira no sé si contarlo; sí, hombre, ahora que has empezado no me dejes ...

Bueno, vamos a ver, te cuento; ya llevo tiempo pensando en conocer el acceso del Collado de los Hermanillos a Cañada Somera, que por cierto, quiero recordar que Luis dijo que al que llamamos Hoyacillo se llama Los Hermanillos de Las Villas, que no le hicimos ni p.ñ.t.r. caso, al menos yo, y así es como se llama, que cuando he dicho Hoyacillo, dicen, eso no lo conozco, lo dicen los que saben como Luis, Manuel el pariente, el guarda, y un vigilante de la garita del Morrón de Santa María y ...; vale, aclarado está, sigue; pues que le he preguntado a “to quisqui”, a Ángel, y a Pepe y Paco Úbeda; ¿y eso es todo el mundo?; hombre, no, pero estos son enciclopedias serranas,y me han dicho que puede que sí ..., que no lo conocen ..., pero puede ser; en fin, que “tengo que buscarme la vida”; y tú por qué quieres ... ; “na, por na”; huy, huy huy, que te conozco y ...; bueno, que ...; entonces es que has hablado con el pariente Manuel; sí el martes por la noche, para que me informara sobre la subida por la Cuesta de los Arrieros y el acceso desde el “Collado de los Hermanillos” a Cañada Somera; y eso es lo que querías investigar; eso es, pero de dos solo uno, la Cuesta de los Arrieros; y el otro; no pudo ser, la niebla no se fue ni a escopetazos del Caballo y alrededores, no se veía ni a veinte metros.

Vamos a ver, empieza a contar la ruta y así me entero de todo eso de cinco investigaciones y ..., vamos, que eso no me lo puedo creer, ni mucho menos, que tu no eres nadie como rutero, y perdona, no te ofendas, y no me puedo creer que tú ...; hombre, si te digo “la buena verdad”, una ya me había dicho Mariano que la había hecho, otra que está muy bien señalizada por el pariente Manuel y sabía de dónde partía, y otra ...; sí la otra; pues, la otra porque me vino un ralampagazo cuando pasé por allí ..., recordando a Luis que lo había hecho; ¿que has hecho algo que ha hecho Luis?, tu estás loco, pero como se te ocurre, pero tu no ves que esa criatura es otra cosa, que tú no le llegas a la suela del zapato en cuanto a ... todo, que tiene habilidades que tú jamás podrás soñar en tenerlas, porque ni has oído hablar de ellas, que además de más conocimientos, es más joven, más ...; bueno, tampoco soy yo tan viejo; no, si tú con la edad que tienes eres ahora un “pimpollo”; hombre, un pimpollo, no, pero me manejo; eso, tú lo has dicho, te manejas, y eso en la sierra es “”na pelao””, “pa que te enteres”, que no te quieres enterar; bueno, y la quinta; la quinta ..., la quinta, la verdad es que fue por seguir andando, por casi una equivocación, por no volverme, como me suele pasar si te digo la verdad; total, que como aficionado a los toros has hecho como una “parodia” a lo Curro Romero; ¿a lo Curro?; sí, hombre; mucha expectación soltando lo de cinco investigaciones, y quedando sin un mal pase; Curro por lo menos daba una media verónica y con eso salía la gente “contenta”, pero tú, ni eso.

Anda y anda, cuenta la ruta.

Vale, mira, me levanto tempranico, para empezar a las seis y cuarto desde la Ermita de Jesús del Monte, en la Cañá la Maera; aunque antes me tomé un café en la Bolera; bien, quieres seguir; vale, y, empecé a andar de noche, pariente, para pasar por la Cueva de Úrsula, tomando el primer carril que sale por la derecha, y ...

PRIMERA: ... tomar la senda que sale unos cincuenta metros antes del arroyo, la de la Cuesta de los Arrieros, según indicaciones del pariente Manuel, y, tomando toda la subida más o menos transitable, que no está mal; por cierto, que el desnivel que tiene la cuesta sólo podía ser para aquellos burros “enteros”, así los recuerdo; bien, pues, poniendo algunos hitos, y, alcanzar el bonito espacio abierto que hay en Cortijo Caído, a los pies del Poste, cuyo recuerdo mantengo cuando Manuel nos dirigió en la ruta que ...; ¡quieres seguir!; vale, vale, pues, aunque tenía varias cosas pensadas, cambié de opinión cuando me desperté antes de levantarme, sí, que me desvelé, y, cambié de “opinión”, y tiré “to p´arriba” hasta el final que da al cortijo de ************, haciendo toda la Cuesta de los Arrieros; tú para qué dejar algo para otra vez; ya, pero, en fin, que puse unos hitos y tome la pista camino del Collado del Ojuelo, pasando antes, claro está, por el de la Tobladilla; en total, hora y cuarto, más tres cuartos, en total dos horas hasta el Ojuelo; esto va bien; sigo hasta la Cruz de Hierro, la del Argentino en Toronto, para entendernos, y para la caseta del Torraso; ¿y te hizo buen día?; ¡Buen día!, el mejor para no poder hacer lo del Collado de los Hermanillos; a las diez, después de saludar al vigilante y tomar un bocado me arriesgo a bajar para el collado, pero no se veía a diez metros, bajo y bajo, y me vuelvo y me vuelvo, ¡a dónde vas si no conoces la senda que te ha indicado Manuel y te vas a perder!; pues, media vuelta y “pa la caseta”; las once, las doce, las una, y que si quieres arroz; que me voy, después de tres horas de conversación con Paco e indicándole que seguro que cuando estuviera abajo se disiparía la niebla, como así ocurrió, pues me marché, pero, quién se volvía; e igual que se aclara el día, también me aclaro yo y en lugar de irme por donde había venido ...

SEGUNDA : ... me voy “p´al Ojo, al Agujero de Carrales”, y me bajo por allí, por donde Mariano me dijo que él había subido, aunque no presté atención a los detalles si me dijo el lugar exacto, y así lo hice, tirándome la “cuesta abajo, casi desde el ojo, por una raja” hasta el Collado del Agua de los Perros, por el lado derecho.

Continúo dirección al Ojuelo, pues ya estaba decidido el regreso a Jesús del Monte y me acerco al Cortijo del Puntal, al del helipuerto, y busco la Escalera, y que no la encuentro, y dónde se toma, pues voy a tener que llamar a Mariano, no hay cobertura, ....., a la izquierda del cortijo, eso es, y bajando, y contemplando esa veguilla de cultivo del Vadillo, bonita ella, pero me desvío algo al final y me acerco al arroyo que viene por la derecha, hay mucha zarza y maleza y es mejor caer frente al campo de cultivo, como bien nos bajó Mariano en su día.

Frescas aguas las del Chillar, refrescante su contacto, alivia cansancio, también ellas, las que recogen, si no recuerdo mal, las de los Arroyos Cucharas, Ojuelo y Carrales.

Sé que hay cuesta hasta el tornajo del Chindo, estamos en la hora de la “siesta”, algún nublo me protege, los poros de la piel mis aliados; espero sofocar en el tornajo, pero no, tiene que ser con la que transporto, pues, ni gota de agua, me extraña, abro la tapa y tampoco, qué ha pasado, ...
Ya sabéis, no contéis con este dornajo para vuestras correrías.

TERCERA: Del tornajo sé que sale la senda que Manuel habilitó, limpiando e indicando con pintura, para conocimiento de todo aquel que quiera internarse por estos densos pinares, como es mi caso, clara y exigente hasta arriba, ´”pero empinada la condená”, haciéndome pensar por qué los serranos no mejoraron su acceso con unas tongas, zetas, curvas, eses, ..., con lo que sea, porque la “joía”, a esas horas, y, hasta a otras, se las trae, vamos, que hay que tomar aire de cuando en cuando, digo, “de na en na”.

Paso cerca de la Garita del Juego de la Bola, me acerco y continúo hacia el geodésico, desde donde se me eleva el ánimo viendo la Cañá, los olivares, y a mi espalda siempre Carrales y el Torraso, entre otros.

Va quedando menos, la Lancha del Cagadero está cerca, el Puerto del Moro es el inicio para bajar frente al carril por el que se accede a Cortijo Caído y poder bajar la Cuesta de los Arrieros para llegar a la Ermita.

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CUARTO: Hecho, la cruz de piedra en el Puerto del Moro y para abajo, por la senda, contemplando siempre, a la derecha, al frente y .... a la izquierda, ..... a la izquierda el Cagadero de Don Vicente, lo recuerdo cuando nos trajo Manuel, ... sí, me dijo Ángel que después de hacer nosotros esta ruta vino Luis para subir desde aquí por el hueco, o sea, que ....; ¡eh!, a dónde vas, que te conozco, que dijiste que no ibas a meterte en ningún fregao sin antes no preguntar exhaustivamente, que no ibas a ser atrevido, que eso lo ha hecho Luis porque puede, porque es ágil, conocedor de técnicas de escalada, que las ha practicado con soltura, que tú eres un pardillo, que tú tropiezas hasta en lo más llano, ...., pero a dónde vas, que no me escuchas; si es asomarme, verlo, y si eso está .... mal, pues, para abajo si la cosa ....
Voy ascendiendo, empinada pedrerilla, estorbo de matas, pero subo por la izquierda, hasta puse dos hitos por si tenía que bajar; muy precavido tú, muchacho; subo hasta que hay que tomar la derecha o la izquierda, desde ahí me da la impresión que mejor es la derecha, con trabajillo llego a la pared fragmentada, no veo pared lisa, parece que puedo poner los pies y cogerme a las piedras, eso es importante, porque sin eso, ni lo pienso; y con esas “tiro p´arriba” hasta superarla y observar la Cuesta de los Arrieros, y Roblehermoso, y la Cañá, y ....; para, para, muy deprisa vas tú, algo tendrás que decir, tan fácil resultó, así, sin más,...; hombre, cortito, pero intenso, muy vertical, mientras subía me vino a la cabeza el que se llamara “cagadero”; no digas más, ya sé lo que ...; eso, que no es recomendable por el lado derecho; salvo para gente como Mingo, Grego y parecidos, porque ...

Estando arriba miré el lado contrario y ... “me pareció” ... mejor opción, creo que me equivoqué, tenía que haberme acercado antes, haberlo visto y después intentarlo, pero ...

Luis puede que me saque de la duda.


QUINTA Y ÚLTIMA: Y ya que estoy en el Cagadero, y, aunque no recuerdo bien por dónde nos subió Manuel, pues,confio en encontrarla, encuentro los hitos de Manuel; bien, sigo, y sigo, y ... me “cuelo”, y sigo, y sigo por un barranco espeso, sobre la pared de la izquierda veo una caseta; si es una caseta, es ..., claro, la del Morrón de Santa María; madre mía , espero que al llegar al collado haya salida , porque como tenga que volver por donde he venido; sigo subiendo una buena pendiente, pegado a la derecha, buscando y mirando, y que no se acaba la cuesta, se espesa y tengo que cambiarme a la izquierda, veo el collado ... ¡eh!, y un coche, bien, tiene que ser del vigilante, y voy a acceder a la caseta; vale, esto está saliendo redondo sin haberlo planificado, y la suerte no queda aquí, porque desde ese punto, desde el Morrón de Santa María se puede ... llegar a sentir que uno está en el cielo.

Cómo no he oído a nadie hablar de lo estratégico de este punto, lo que se divisa, lo que se ve, lo que abarca, casi todas LAS VILLAS A SUS PIES.

Tremendo, no exagero, y creo que no me queda ningún pico desde el que contemplar el entorno, en todo el Parque, este es, repito, tremendo en grandiosidad, os lo aseguro, no os lo perdáis, y fácil de acceder, cercano al Collado de la Toblilla, al coronar la Cañá de la Maera hacia el Ojuelo, el primer carril a la izquierda.
Es como si uno se encontrara en una nube.
Prisa tenía, eran las ocho, no quería que se me hiciera de noche bajando por la Cuesta de los Arrieros, pero volveré, seguro que sí, esa impresión tengo que volver a disfrutarla, aunque ya no sea la del impacto de la primera, pero tengo que reposar la mirada en esas Villas, en sus escarpadas paredes, en sus valles, en sus prados, en sus tremendos pinares, en ... todo lo que no sé nombrar, pero que forman un espectáculo en conjunto.

Con otra luz bajo por los Arrieros, bonita por la amanecida, no menos en el ocaso, a la hora en que la mirada hay que perderla en la puesta del Sol, para admirar esos tonos que no se pueden plasmar al oleo, o en acuarela, o, en cualquier soporte; son las luces de los atardeceres.

Termino agradeciendo a los “maestros ruteros” el haberme invitado a acompañarlos en tramos de esta ruta villana; me refiero a Ángel, Mariano, Manuel y Antonio.


Espero no haberos cansado a los que os halláis interesado por esta ruta de doce horas.

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La Ermita de Jesús del Monte

Fresquita está la mañana y encapotado el cielo.

La Cueva de Úrsula

El Poste, subiendo la Cuesta de los Arrieros.

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Cortijo Caído y la senda continúa hacia arriba por los dos lados del arroyo, siendo menos exigente.



Llego al cortijo ******** a donde llega un carril, que lógicamente enlaza con el que sube de Jesús del Monte.

Esto se pone peor, pero por las fechas en que estamos confío en que cuando llegue al Torraso se disipe.

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Indicadores en la pista para el Torraso.

Son las ocho y veinte y la niebla todavía no levanta.
Habrá que esperar a que caliente algo el Sol.



Un tragico no viene mal.

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Todavía queda trecho y por tanto hay esperanzas.

Me viene a la cabeza el tomar en esta curva para ¿los poyos de Arce? que nos llevó Angel con el pariente y subir a la Cruz de Hierro, pero no, sigo por la pista.



Las nueve y media y para arriba.

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Ya está el vigilante en la garita.

Algo "puñetera la subida".

Mal panorama.

Hacia el geodésico, ni pelota.

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Habrá que hacerse la foto y tiro para el collado de los Hermanillos, pero ... tuve que volverme.

Parecía que quería, pero qué va.

A las una, después de tres horas de espera decido bajarme para Jesús del Monte por donde he venido, pero ...

... como había comentado con Paco, seguro que cuando estuviera abajo aclaraba.
Y así fue.

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Cambio de planes y pienso en una circular pasando por el Agujero, la Escalera del Puntal, o el de Amador si no encuentro la bajada primera, recordando a Mariano.
Y una vez en el Chillar, Correderas, y bajada a Cortijo Caído para toma la Cuesta de los Arrieros y a la Ermita.

Ahí tengo el recorrido.

Llegando al Agujero.

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Foto obligada.

Opté por bajarme por este canutillo que hay a pocos metros del ojo, aunque había barajado la posibilidad de hacer la bajada una vez pasado el ojo, que también se puede.

Por ese poyo final del Agujero.