Circular a Hornos por Cuesta de la Escalera, La Cumbre y Barranco Cano

[Juan José Frías Mora]

Intensa y exigente circular a Hornos, recorriendo la ladera norte de La Cumbre de Hornos, en la vertiente de la Garganta, por algunos de sus cortijos, y sus muchos y profundos barrancos. Cuenta con olvidadas sendas, que están siendo engullidas, literalmente por el monte.

Además, hay que tener en cuenta que existen fincas particulares, junto a coto privado de caza (coto de Los Perales). Por tanto, hemos de ser especialmente escrupulosos en el caminar por estas zonas, evitando los posibles daños y por supuesto, respetando al máximo los periodos de caza.
Esta ruta; mejor, la idea de esta ruta, se basa en la sólida base de un recuerdo de hace más de 20 años, en la época en que realizaba el trabajo de campo para la tesis doctoral.

Sin las ideas claras y unos parcos conocimientos de la zona, intenté convencer a mi estimado y admirado pariente, Pepe Cabrera. Tengo que decir, que "se dejó engañar" con gran facilidad, cosa que le agradezco profundamente.

Comenzamos así, poco después de las 7 en el cruce de carreteras, al inicio de Hornos. Tomamos el llamado camino de los Vadillos o de las Salinas, para encaminarnos a la salina “vieja” de Hornos (cortijo de la Alfarería en mapas). Apreciamos los restos de las balsas, acequias, canaletas, calentadores, cristalizadoresdecantadores y el manantial donde brota el agua salobre. Reconozco que la luz, no era la adecuada para poder apreciar todos los detalles.
Proseguimos así descendiendo hasta el pantano, para visitar las Salinas “nuevas”, que canalizada el agua desde las Salinas Viejas, obtenían sal, al mismo borde del pantano.

Iniciamos, así un recorrido que nos llevará desde la desembocadura del Arroyo de la Cuesta de la Escalera, hasta, casi su nacimiento; al infinito y más allá !!

Nos acercamos a visitar el molino y la tinada de los Berrocales, antes de cruzar la carretera nueva.

Dejando al lado izquierdo el cerrillo de las Huelgas, por donde discurre un carril hasta el cortijo de la Sagrilla, tomamos el camino viejo al cortijo de la Cuesta de la Escalera. Esta invadido por el monte y el original cruzaba el arroyo para encaminarse a la Sagrilla. Nosotros, nos desviamos a la derecha, buscando una magnífica senda que conduce al cerro del Romeral. En el entronque con un jorro descendente, volvemos, al muy bien restaurado Cortijo de la Cuesta de la Escalera y su extraordinaria fuente. Desde aquí nos desviamos por el cauce del arroyo de la Cuesta, en busca de Hoya Redonda, aprovechando una vieja acequia que nos facilitará, el difícil caminar por este tramo, con abundante y espesa cubierta vegetal, monte mediterráneo compuesto de encinas y quejigos; un auténtico y genuino maquis!!!
La llegada al cortijo de Hoya Redonda, nos dio un respiro en este intrincado tramo. Aprovechamos además para remendar su fuente, con una teja del propio cortijo, quedando, por cierto, estupenda!!!

Tras coronar el collado y en lugar de bajar al barranco de la fuente de la Peguera o del Maguillo, y sin perder altura, seguimos por veredas hasta un gran collado donde existe un entronque de varias sendas y desde donde se ve bien La Capellanía. A la izquierda baja directamente al cortijo de Barranco Cano, al frente a la Tejera o Tejea y a la derecha enlaza con la carretera de Hornos.

Evidentemente, subimos a la carretera para ver el punto de entronque. Tras volver al cruce de sendas, nos acercamos a la Tejea de Barranco Cano. Un magnífico lugar con numerosos y amplios bancales, abundante agua y un extenso chortal, que surtiría de arcilla al tejar o fábrica de tejas, que había en este paraje. Resulta curioso observar en algunos puntos de los bancales, donde la tierra se ha ido, el acumulo de tejas deformes como material de relleno. Una magnífica senda nos lleva hasta Barranco Cano y de aquí a la Capellanía, donde tomaremos el plácido trazado del PR 148 coincidente con el trazado del GR 247. Discurre por la conducción de la acequia vieja, que llevaba el agua hasta Hornos, donde llegamos nosotros tras un cómodo y agradable final, para una peculiar ruta de diez horas.

Conociendo ya el terreno, puede acortarse en tiempo y esfuerzo.


Espera el pariente, que comiendo la estupenda torta de manteca que acaba de comprar en el horno, que se haga la luz.


hasta las cabras estaban dormidas!!!


escalón en el viejo camino empedrado de las salinas

[Juan José Frías Mora]

cristalizadores donde se cuaja la sal


también cristalizadores pero mas antiguos


"salero" de estructura circular se usaba para amontonar la sal, tras recogerla de los cristalizadores, para que fuese secándose.


canaleta de madera para conducir el agua salobre

[Juan José Frías Mora]

tras las salinas viejas y conducido por canaletas el agua salobre era conducida a otras instalaciones "nuevas" junto al actual pantano
camino viejo de acceso entre salinas


instalaciones de las salinas, junto al pantano, en la misma desembocadura del arroyo de la Cuesta de la Escalera


"Reconozco que la luz, no era la adecuada para poder apreciar todos los detalles"

Ya con algo mas de luz nos acercamos al molino de los Berrocales con un horno "con tejado a dos aguas" en perfecto estado.


"golas" por donde salía el agua del molino

[Juan José Frías Mora]

represa donde se almacenaba el agua que alimentaba el molino


tuvimos la suerte de observar Crepidotus mollis


y Auricularia mesentérica en distintas fases


para finalizar aquí y antes de cruzar la carretera nos acercamos a la vieja tinada de los Berrocales

[Juan José Frías Mora]

Tras cruzar la carretera tomamos el viejo camino muy perdido y cubierto de monte. Llega un punto donde cruza el cauce buscando la Sagrilla, en un punto donde se forma una cascada


Pero nosotros tomamos una vieja senda que se dirige al cerro del Romeral. Ésta, en mejor estado, aunque el primer tramo, junto al arroyo está algo difuso

[Juan José Frías Mora]

La Sagrilla


llegando al cortijo de la Cuesta de la Escalera

[Juan José Frías Mora]

hermosa y caudalosa la fuente del Cortijo de la Cuesta de la Escalera


detalle de escalerilla de piedras


Desde la era del cortijo

[Juan José Frías Mora]

pantaneta en la bifurcación de camino, en el desvío hacia el cortijo de Hoya Redonda


para acceder al seguimos un viejo camino y jorros de saca y una antigua acequia, dando una pequeña vuelta

Hoya Redonda

[Juan José Frías Mora]

Siguiendo las buenas artes de César y José Ramón y resto de "Frescales de los Miércoles" hicimos un remiendo a la fuente para poder beber y llenar una botella


"piedras de sal" para ganado doméstico. Están colocadas sobre una gran roca repleta de fósiles


Esponjas marinas


fondo marino con marcas de un organismo, desconocidos para mí, TAL VEZ ESQUELETOS DE CORALES.

[Juan José Frías Mora]

Tras abandonar Hoya Redonda hay una sucesión de barrancos y collados, que recorrimos sin perder altura, siguiendo claras sendas de ganado, hasta una collado mas alto, donde ya se ve La Capellanía al fondo de la Garganta y donde hay un importante cruce de sendas



En descenso hacia Barranco Cano, en sentido ascendente a la carretera de la Cumbre y a la derecha a la Tejea



en el collado las primeras Crocus nevadensis o azafrán blanco