Cinto Bigarrales:Navaycamino Navazalto,Cortijo Bigarrales-Acebadillas-Milano-Cinto-Fi

pepecabrera · #1 18-May-2014, 22:32

Qué gusto estar levantado a estas horas en estas fechas, pariente.

211ª RUTA: 07-05-2014 : FUENTE MILANO-COLLADO LA CRUZ DE YESCAR-PUNTAL DE LAS CUEVAS-CAMINO CUESTA DE LA NAVA DE NAVAZALTO-NAVA-DESVIACIÓN EN EL COLLADO DE LOS PICAZOS-CORTIJO DE LOS BIGARRALES—(OTRO CORTIJO)-ACEBADILLAS ALTAS Y BAJAS-NAVA MILANO-CRESTEO AL TRANCO PARA BAJAR AL COLLADO DE LOS BLANQUIZALES-CINTO DE LOS BIGARRALES O POYO ANGOSTO-TRANCO SUBIDA A LOS BIGARRALES-CRESTEO AL PUNTAL DEL FILO-BAJADA A LA NAVA DEL MILANO-CARRIL Y COCHE (INFORMACIÓN DE PEPEÚBEDA)

SE VE : NAVAZALTO-CASETA-PEÑÓN O PUNTAL DE NAVAZALTO-COLLADO DE ATIAL-MUELA-ROBLEHERMOSO-POSTRE-MORRÓN DE SANTA MARÍA-CABALLO TORRASO-MORRA AGUASCEBAS-PANTANO AGUASCEBAS

Despunta la mañana camino de la antigua aldea de Mingo Prieto, bajo la mirada de quien le vio nacer, hacia uno de sus tres hijos, siendo testigos callados las sierras que dieron lugar a su nombre gracias a esos cuatro pueblos, las singulares y siempre apreciadas Villas, por todo aquel que las ve de lejos, desde los Cerros, o disfruta conociendo caminos, sendas, ríos y arroyos, puntales y picos, pinares o choperas, cascadas, charcos y hasta puente natural, cortijos o tapuelas, grandes paredes, abrupta y llana, desfiladeros y lomas, crestas y …, majales, cenajos, tinás, garitas, tornajos o dornajos, cuevas y covachas, navas y prados, cintos y poyos …, pues de todo tiene y, por ello, nadie que la conozca, podrá decir “sierra menor del parque”

Hoy tocaba otra emoción más de ella, gracias a la atención de Pepe Úbeda.
El Gran Villano, Mariano, y los Úbeda se lo han “trajinado” bien para “brindarlo”.

Creía que ya era “bastante” con el Aguascebas, Chillar y el María. Iluso de mí. No tengo ni idea de lo que de esta sierra aún no conozco.

Pasión. ¡No!. ¡Ahí está!

Por otros “compromisos” no pude acompañar a los Úbeda y Mariano, a las invitaciones que me habían hecho a estos lugares, con el ofrecimiento, como respuesta, de que no me preocupara, pues ya lo harían en otras ocasiones … y hoy ha sido una de ellas. Gracias.

Ver el buen reportaje de Abelardo me puso “los dientes largos”, de envidia sana, pero aún, siendo de mérito esas fotografías, el vivirlo ha sido, como decíamos los amigos de jóvenes, “ una hemorragia de satisfacción”; y qué decir de la narrativa, minuciosidad, descripciones, topónimos, referencias, fotografías, documentación y esfuerzo por dar a conocer, desde la discreción, en su blog, http://elcochedesanfernando.blogspot.com.es/ , las sendas y accesos que posibilitan que otros lo disfrutemos- Gracias Gran Villano.

No me la podía perder, aunque tenga una larga ruta el viernes e hice ruta el domingo.

Vamos con la ruta.

Tomamos “innecesariamente” café para espabilarnos, pero será el “alma” la que insuflará al cuerpo la vida para sentirnos vivos.

Con paso tranquilo, reservando fuerzas, comenzamos la búsqueda de la senda que desde Fuente Milano nos va a llevar al Collado de la Cruz de Yescar y al Puntal de las Cuevas, en donde un buen grupo de buitres nos deleitaron en su búsqueda de térmicas sobre los olivares y bosquetes, sobre los pueblos de las Villas, del Condado, la Loma y Segura, Roblehermoso y Muela, Morrones y cuenca del Aguascebas Grande, Torraso y …
Balcón incomparable en claro día de primavera, de luces y sombras en las primeras horas de la mañana. Paisajes de contraste, olivares en tierras rojas y campiña, salpicados de blancos pueblos, aldeas y cortijos ; pinares, crestas y cimas, embalses, cascadas y todo el tesoro que en sus entrañas esconde y atesora la sierra, por el otro.

Apreciando, nos acercamos a la Nava de Navazalto, corrigiéndome Pepe errores en topónimos, que tengo que agradecer, identificando caseta y cima de Navazalto, y Peñón o Puntal del mismo nombre y Collado de Atial a nuestra derecha y …

Dejamos la Nava para tomar el camino de la Cuesta de la Nava de Navazalto.

¡Vaya senda, pariente!

Paso sosegado, mirada tranquila, paisaje de admiración, entorno de ensueño, paredes y luces, cielo y pinos en perfecta armonía.
Desviamos nuestro camino en el Collado de Los Picazos, dejando a la izquierda la bajada al carril venido de Mogón, que hoy no toca, si no a la derecha, hacia el Cortijo de los Bigarrales y, siempre sobre nuestras cabezas, el Cinto de los Bigarrales, o Poyo Angosto.

¡Ya no tienes nada más que decir, andariego

¡Calla, sin prisas, con calma, olvida, que glorificaré lo mejor que pueda ese Cinto, aunque ya sabes que no doy mucho de sí en el arte de Cervantes, …..

Pues a lo que iba, desde este Collado comienza mi sumisión, mi esfuerzo por andar, por seguir el camino.

¿Quién dice que estar arriba es lo importante, lo mejor?

Aquí, al menos, no. (Ya me pasó en el Cinto de las Higueras, pues una cosa es andar por él y otra admirarlo desde la senda del Ruejo hacia Los Villares).

También este cinto había que “paladearlo” desde abajo: “saborear olores, mezclar colores, sentir romeros y jaras, pisar y sentirte vivo subiendo siempre la mirada”.

¡Como pardillo que soy!, poco más puedo decir, salvo relatar el itinerario: llegada al Cortijo de los Bigarrales, a la siguiente tapuela y en las Acebadillas Bajas agradecimos a sus moradores la amabilidad con la que nos recibieron y seguir camino de las Altas por esa cuidada senda que nos llevó a la Nava del Milano para, por la derecha, faldeando, llegar al tranco y acceder al Collado de los Blanquizales y recorrer el bonito Cinto.

¡Qué lujo!

Encontrado el tranco cresteamos por los Bigarrales hasta el Puntal del Filo donde nos despedimos de este incomparable lugar de esta querida sierra que cada día me hace apreciarla y valorarla más de lo que desde joven había oído comentar respecto a otras zonas del Parque.

¡Ahí está! ¡No es pasión descontrolada!