Cabañuela - Portillón de Arroyo Frio - Caña Somera - Aguadero y Cañada de la Cruz

[pacoubeda]

El día después de hacer una ruta, uno se levanta tarde, con una sensación de resaca del día de ayer, a la vista de las pocas ganas que se tienen de hacer algo, y más, después de apretarte un suculento desayuno.

Hasta el hecho de plantearte descargar las fotos, seleccionarlas y subirlas al foro para poner el reportaje es algo que hoy me lo he tenido que proponer en varias ocasiones hasta que decides hacerlo.

En esta ocasión la dura ruta realizada justifica el bajón físico, pero el bajón moral me lo proporcionado el haber recorrido zonas que, intentando imaginar lo que fueron antaño, estarían llenas de vida, de campos de labor dando sus frutos y de animales para carne y para las labores del campo. El cortijo de La Cabañuela, Tiná del Fraile, cortijo del Aguadero, etc…, son claros ejemplos de lo que estoy diciendo.

Cortijo de la Cabañuela


Éstos, ahora no son más que un montón de piedras amontonadas que guardan en las paredes que aún se mantienen en pié, vivencias de los años de vida de sus moradores.
Intentando imaginar un poco más, entorno un poco los ojos y veo ropa secándose al sol que acaba de tender sobre algunos matojos la mujer del cortijo de La Cabañuela. Un poco más alejado del cortijo, en las tierras de labor, está el cortijero que, teniendo un nombre propio, es más conocido por el apodo puesto por vecinos de otros cortijos, seguramente precedido de la expresión “tío” (Ej: Tío Ratón) haciendo alusión a la zona donde vive o cualquier rasgo de su fisonomía. El Tío ---, está trabajando la tierra con los rudimentarios medios que se disponían en aquella época. Por último, el hijo está por el monte con el ganado. Mientras éste pasta tranquilamente, la mente del muchacho se transporta muy lejos de allí añorando un futuro diferente.
Con los años, este chaval creció y efectivamente, se fue, quedando rota la transmisión de generación en generación del legado de estas tierras. Sus padres aguantaron hasta que pudieron y cuando las fuerzas no daban más de sí, se marcharon de allí. El tiempo se encargó de todo lo demás. Los cortijos, sin un mínimo mantenimiento, capotearon como pudieron las embestidas del tiempo hasta que, agotados, no aguantaron más y se convirtieron en las ruinas que estamos acostumbrados a ver cuando pasamos por muchos de ellos.

Tal vez sea esto, lo que hoy me provoca este bajón moral.
El caso es que Joan Manuel Serrat ya debió de sentir algo parecido a lo que hoy me pasa a mí (salvando las enormes distancias entre él y yo en todos los aspectos pero sobre todo en el creativo) cuando de visita a zonas de esos pequeños pueblos blancos compuso la triste canción “Pueblo Blanco” de la que destaco esta pequeña estrofa:

Escapad gente tierna,
que esta tierra está enferma,
y no esperes mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.

Cortijo del Aguadero

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La ruta comienza en la zona de acampada controlada de Huerta Vieja en la carretar del Tranco. Ha sido diseñada por mi buen amigo Pepe basándose en algunas rutas realizadas por esta zona. La intención era encontrar un paso practicable para acceder a la vertiente del Arroyo de María, en plena sierra de las Villas desde la vertiente del Guadalquivir por la zona de la loma de las Aspersiones. Una de las posibilidades podría ser por el Almagreros, aunque, haciendo un recorrido virtual por la cuerda de la loma mencionada anteriormente, Pepe pensó que existiría mejor paso por el Portillón de Arroyo Frío. Esta ruta llevaba ya tiempo en la recámara, y antes de que el calor la calificara como prohibitiva, decidimos realizarla este sábado.

La ruta es la siguiente:

Datos aproximados
Distancia recorrida: 17 Km
Desnivel no acumulado subiendo: 1020 m.
Desnivel acumulado subiendo: 1600 m
Tiempo empleado: 9h 30'

Partimos de la zona de acampada controlada de Huerta Vieja en la que podemos ver esta hermosa fuente.

Se realiza la subida inicial paralelos al arroyo de la Cabañuela por frondosas veredas en algunos casos enmarañadas con abundantes zarzas. Esto nos dejó las primeras marcas en los brazos.

Cuando llegamos al cortijo de la Cabañuela emplazado en la zona denomida Juego de la Bola de Abajo, volvimos la vista para ver el collado de la Cruz, lugar por el que retornaremos de esta preciosa y dura circular.

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Dos cabras nos vigilan atentamente

Nuestra ruta continúa en dirección hacia la Tiná del Fraile, pero antes de llegar nos deviamos a la izquierda por un difuso camino que se adentra hacia arroyo Frio. Este barranco nos corta el paso, pero nos regala la visión de una preciosa cascada que baja directamente del Portillón del mismo nombre.

En realidad, observando detenidamente, el camino sigue, vadea Arroyo Frío y toma dirección hacia el Collado de la Cruz. Como este no es nuestro objetivo, decidimos realizar una dura ascensión hacia la coronación de la loma de las Aspersiones con el obtetivo de localizar el paso del Portillón.
Como se puede ver en la fotografía, el monte presenta aún parte de los restos del incendio de hace algunos años. En contrapartida, las vistas del pantano del Tranco son espectaculares

En plena subida nos paramos a contemplar el paisaje y vemos la antigua caseta de vigilancia del Puntalón del Cerezuelo

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Tras la dura subida, encontramos unas navillas que dan vista a dos posibles pasos a la vertiente del Arroyo de María. Observando el mapa con el recorrido se puede ver que salimos por la que no era pues ésta queda un poco más a la derecha. No obstante las vistas de esta vertiente ya compensaron con creces el esfuerzo realizado. La fotografía muestra el Caballo Torraso.

Un pequeño cresteo nos situó justo en el Portillón de Arroyo Frío. Allí tomamos un bocadillo y dimos cuenta de nuestra bebida isotónica a base de cebada. La cascada que vimos anteriormente queda justo al final del cauce que muestra esta fotografía

Desde el Portillón vemos la pista por la que subiremos a Cañá Somera

Imagen del paso del Portillón desde la bajada a la pista de la fotografía anterior

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Desde la entrada a Cañá Somera, volviendo la vista, podemos ver la loma de las Aspersiones con el paso del Portillon perfectamente definido. (Almagreros al final)

Tras pasar Cañá Somera (espero que Pepe ponga alguna foto, ya que yo me despiste y no hice ninguna de este precioso lugar) realizamos una subida que nos deja en un collado cerca de Piedras Morenas donde podemos ver la majestuosidad del Blanquillo

Un antiguo pluviómetro se puede ver en un cerro junto al Collado del Pocico

Piedras Morenas. El Cubo al fondo a la izquierda

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El Blanquillo y los Hermanillos a su izquierda

Continuamos aproximándonos al hermanillo que nos queda más cerca para descender por su izquierda hacia la pista que sube de la Hoya de Miguel Barba. Tomamos esta pista con dirección al cortijo del Aguadero. La bajada, además de endiablada por la pendiente, se hace muy tortuosa por el estado en que ha quedado después de las lluvias de estos dos últimos años.

En la bajada, podemos ver el cortijo del Aguadero.

Vado del arroyo del Aguadero. Desde aquí tomaremos dirección en subida al collado del Enebro. A la hora que era y con el calor que hacía, la cuesta se dejó caer.

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Una vez en el collado del Enebro hacemos el paso por la Cañada de la Cruz en dirección al collado del mismo nombre.

en el collado de la Cruz

Otra vista desde el collado de la Cruz. Se trata de la pista que sube hacia las Lagunillas desde la casa de la Artesanía

Otra más desde la bajada del collado de la Cruz

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Vistas del Tranco en plena bajada hacia el final de la ruta

Isla de Bujaraiza

Peña Amusgo

Piraguas en el Tranco

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Tirando de zoom podemos ver Majal alto.


Bueno, esto es lo que ha dado de sí esta dura pero presiosa ruta.

Saludos y nos veremos ruteando por ahí.

[Luiso]

Vaya paliza Paco, y más con las temperaturas tan altas

A mí también me daría bajón después de patear por esa "tierra quemada" y ver los cortijos en ruinas

Aún así, una ruta preciosa, unas vistas estupendas y unas crestas que estoy seguro que alguna vez recorreré...