1. Km 0 - Las Acebeas
Los primeros 600 metros de la ruta discurren por un ancho y delicioso camino, casi llano, entre acebos,
avellanos, hiedras y otras plantas que nos hacen sentirnos casi como en un bosque del norte de España.
La presencia de jabalíes, ciervos y gamos es notable en esta parte baja de la ruta.
Poco antes de llegar a la casa forestal de Las Acebeas cruzamos con una senda señalizada a la izquierda,
a contramano, que corresponde a la etapa 21 del sendero Bosques del Sur. Es muy recomendable desviarse
por dicha senda y recorrer unos 500 metros para internarse en este impresionante bosque hasta
el Barranco de los Acebos.
La casa forestal tiene fuente y consta de dos hermosas viviendas, que en el pasado fueron usadas por los
guardas y los ingenieros forestales, habiendo junto a ellas varios tejos plantados. Las casas se encuentran
bien conservadas y en 2011 se firmó un acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Instituto Catalán de
Ciencias del Clima para su utilización como observatorio del impacto del cambio climático. El lugar no
puede ser más adecuado, ya que precisamente la singularidad de la vegetación de Las Acebeas es un
testimonio excepcional del gran cambio climático que supuso la última glaciación.
Junto a la casa, la pista forestal se estrecha y gira a la izquierda, que es por donde continúa nuestra ruta.
A la derecha seguiríamos el recorrido de la etapa 21 hacia la Peña del Olivar.
El camino asciende entre pinos, con algunos robles (quejigos), encinas, arces y acebos. Poco a poco van
a apareciendo grandes vistas hacia el este y el norte, pudiendo divisarse los característicos perfiles aplanados
de los calares de la Sierra de Segura. La vegetación va escaseando según subimos, para reducirse
en lo alto del calar a algunos pinos retorcidos, majuelos y piornos.
2. Km 2,4 - Senda
Dejamos la pista forestal y giramos a la izquierda por una pequeña senda que ataja en dirección a la
caseta de vigilancia forestal. La senda pasa por una pequeña pradera y se dirige hacia el riscal donde se
asienta la caseta.
3. Km 3,1 - Caseta de vigilancia forestal
Está situada en el extremo sur del largo calar de Navalperal, a 1640 metros de altitud, y constituye uno
de los mejores miradores del parque natural. Las impresionantes panorámicas abarcan territorios de las
provincias de Jaén, Ciudad Real, Albacete y Granada. Hacia el norte se divisan las llanuras manchegas,
el Cambrón y las montañas de la Sierra de Alcaraz, donde destacan La Sarga y el Almenaras. Hacia el
oeste, los acantilados de Segura La Vieja, el valle alto del Trujala, Orcera y la torre del homenaje del
castillo de Segura de la Sierra. Hacia el sur vemos El Yelmo y al fondo El Banderillas, la gran mole de La
Sagra y las Sierras de Las Villas y Cazorla. Y al este contemplamos los calares del Mundo, el Mentiras, el
Navalespino y el Morillas.
Es frecuente la observación de cabras monteses, buitres y rapaces como el halcón peregrino y el águila
culebrera.
Para volver, se recomienda hacerlo por el tramo de pista que abandonamos al tomar la senda, que hace
un amplio y suave bucle dando un rodeo por la zona central del calar. Ello nos permitirá, alargando el
regreso unos quince minutos, dar un relajante paseo por su plataforma y asomarnos a sus bordes para
descubrir nuevas panorámicas y divisar algún paraje sorprendente, como la pequeña Laguna de la Hueta,
que solo tiene agua durante los meses húmedos y que constituye uno de los escasísimos humedales
endorreicos del parque natural.
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