Esta etapa comienza en un refugio situado junto a uno de los parajes más conocidos del parque, el Parador
de Cazorla, desde cuyo entorno se disfruta de buenas vistas sobre los bosques de la zona sur. Desde
ahí desciende hasta el estrecho y frondoso valle de un Guadalquivir recién nacido, sobre el que cruza
en el emblemático paraje del Puente de Las Herrerías, importante encrucijada de caminos que además
dispone de diversas infraestructuras para el descanso y el disfrute del caminante, como un camping, un
área recreativa y un kiosco-bar.
Después se separa del valle del Guadalquivir para alcanzar una de las pistas forestales más populares del
parque: el antiguo Camino de Castril, ahora conocido como la Pista de las Navas. Caminando siempre
por pinares con abundantes encinas y bastantes robles (quejigos), nuestra ruta está jalonada por diversos
miradores dotados de paneles interpretativos. Uno de ellos es el mirador de Los Poyos de La Mesa,
frente a este gran calar cuya rotunda figura preside gran parte de nuestro recorrido. Otro, también memorable,
es el del Estrecho de Los Perales, sobre una espectacular garganta flanqueada por formaciones
rocosas de formas caprichosas. En algunos puntos, como en el paraje de La Trinchera, veremos a nuestros
pies el valle del Guadalentín, uno de los más bellos y agrestes del parque, destino de esta variante.
Las navas, a las que debe su nombre la pista que recorre la segunda mitad de la etapa, son terrenos
llanos y fértiles en altitudes medias de la montaña, que históricamente han sido deforestados y aprovechados
por el hombre como tierras agrícolas. Son bastante escasas, pero las pocas que hay introducen
un maravilloso factor de diversidad paisajística, con sus campos labrados, sus frutales, sus huertos y sus
choperas, todo ello rodeado de bosques y montañas. En esta etapa encontraremos dos, la del Espino, ya
prácticamente abandonada, y la de San Pedro, bastante más extensa y que conserva todo su atractivo.
La abundancia de fauna es otro de los grandes atractivos de esta etapa. Ciervos, gamos, muflones,
jabalíes y cabras monteses son avistados con facilidad, a veces a corta distancia. No en vano esta fue
otra de las zonas favoritas del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente para grabar impactantes secuencias
de su serie documental El Hombre y la Tierra. Hoy, es precisamente en la Nava de San Pedro donde está el Centro de Cría de Quebrantahuesos, un
lugar fundamental para la conservación de la fauna
ibérica. Gracias a su labor, los agrestes territorios que
esta etapa recorre son sobrevolados de nuevo por el
quebrantahuesos, cuyo vuelo se cruza a veces en el
cielo con el de buitres leonados y águilas reales y perdiceras.
Previa cita telefónica, este centro de cría es
visitable fuera de la época de cría.
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1. Km 0 - Refugio casa forestal El Sacejo
Esta etapa comienza en la casa forestal El Sacejo, situada
junto al Parador de Cazorla. La ruta comienza
pasando por detrás del mismo, entre cipreses, y tomando
una pista forestal cerrada al paso de vehículos
que baja al encuentro del arroyo de Los Cierzos. A
nuestra izquierda y al frente tenemos amplias vistas
hacia el tramo de cabecera del valle del Guadalquivir
y elevaciones como la Loma de la Mesa y el Calar de
Juana.
Caminamos entre pinos laricios con encinas y enebros y, tras pasar un par de arroyos, dejamos a la izquierda
las ruinas de un cortijo. Bajo el pinar comienzan a aparecer quejigos, cornicabras y algunos arces
y según bajamos hacia el arroyo de Los Cierzos, la vegetación se hace más exuberante, con higueras y
nogales silvestres, hiedra, arces de buen tamaño y hasta algún tejo. Recorridos 2 kilómetros llegamos
al citado arroyo y caminamos junto a él, y un poco más adelante cruzamos otro pequeño afluente del
mismo. Si lleva mucha agua, puede ser necesario ayudarse colocando algunas piedras para pasar. En
este punto hay señales del sendero PR-A 314, así como otra que indica hacia la derecha la subida al
Puerto del Gilillo en tres horas por ruta sin señalizar.
El arroyo de los Cierzos, siempre a nuestra izquierda, se encaja entre rocas en su último tramo, apareciendo
el boj en su ribera. Pasamos junto a una pequeña represa y enseguida aparece al fondo el valle
del Guadalquivir.
2. Km 2,9 - Valle del Guadalquivir
Tras pasar una valla de cierre del paso a vehículos, nuestra pista desemboca en otra más ancha y con
mejor firme. Hemos llegado al valle del Guadalquivir, más amplio que el que hemos recorrido hasta
ahora. Si tomáramos a mano derecha llegaríamos al nacimiento de este río, pero nuestra ruta gira a la
izquierda pasando por un puente sobre el Arroyo de los Cierzos, muy cerca del punto donde este vierte
sus aguas al Guadalquivir y en una zona de gran belleza paisajística. A los pocos metros pasamos por un
túnel excavado en la roca, y en kilómetro 4,1, en una curva a la izquierda en el paraje de La Caracolilla,
se abren grandes vistas: hacia el este, los Poyos de La Mesa y el Castellón del Calerón, y hacia el norte
a lo lejos, la Sierra de Las Villas, mientras desde abajo, por nuestra derecha, asciende el rumor de las
aguas del recién nacido Guadalquivir. En el kilómetro 4,8 hay una valla para vehículos, correspondiente
a la Reserva Andaluza de Caza de Cazorla-Segura, que se cierra entre las 21 las 9 horas, aunque el paso
a pie es siempre libre. Más adelante, en el kilómetro 5,1, dejamos a la derecha la gran Casa del Calerón,
caminando por pinar de pino negral con abundancia de quejigos, encinas y cornicabras.
3. Km 6,4 - Puente de Las Herrerías
Este punto es estratégico por varios motivos. Encontramos un área recreativa con mesas, fuente y
quiosco-bar, y muy cerca, un camping, además de una pequeña carretera (JF-7092) que nos llevaría hasta
el Empalme del Valle, conectando con las poblaciones de Arroyo Frío y Burunchel. Hay también un
importante cruce de caminos señalizados, ya que el sendero Bosques del Sur se cruza con el GR 7, por
el que podríamos ir a Cazorla o a Coto Ríos. También, por la margen derecha del Guadalquivir, podemos
ir en sentido contrario al que traemos hacia el Nacimiento de este río, por la derivación 11 del sendero
Bosques del Sur que pasa por el paraje del Pino de las Tres Cruces. Otro sendero de 1,3 kilómetros, señalizado
por la Consejería de Medio Ambiente, nos permitiría llegar al emblemático paraje de la Fuente
del Oso, no lejos del Parador de Cazorla por carretera (JF-7094), lo que nos permitiría articular una ruta
circular con el tramo del sendero Bosques del Sur que hemos recorrido hasta ahora en esta jornada.
El paraje es fresco y umbrío, con abundante vegetación de ribera, y el Puente de Las Herrerías sobre el
Guadalquivir es sencillo pero muy bello, con su arco de medio punto construido con piedra de toba.
Cuenta la tradición que una noche llegó aquí la reina Isabel la Católica con su séquito procedente de
Quesada en dirección a Baza, ciudad del Reino de Granada que deseaba conquistar. Ante la dificultad
de vadear el río, que venía crecido por las lluvias otoñales, la leyenda afirma que sus caballeros construyeron
o remozaron el puente en una sola noche para que la reina pudiera continuar sin demora su viaje.
El nuestro, más pacífico y sosegado, utiliza el mismo puente y abandona a los pocos metros la carretera
que va hacia el citado Empalme del Valle, tomando un ancho camino que sale a la derecha.
El paisaje cambia, ya que nos separamos del Guadalquivir para internarnos en ascenso por un hermoso
bosque de pino laricio siguiendo en principio el Arroyo de La Mesa, que queda a nuestra izquierda.
Pronto, hacia la derecha, veremos alzarse los imponentes paredones de Los Poyos de La Mesa por su
cara norte, la más abrupta y vertical. En el kilómetro 7,9 cruzamos un arroyo y descartamos un camino
que sale a la izquierda, y 400 metros después, en una bifurcación, abandonamos el camino para tomar
un jorro (vía de saca de madera) por la derecha. En el kilómetro 9,4 tomamos una pista forestal a la
izquierda y poco después pasamos una valla de cierre del paso a vehículos, llegando a la denominada
pista de Las Navas. Durante este último tramo pasamos muy cerca del llamado Pino Abuelo, un centenario
pino laricio que se secó hace ya muchos años, pero que aún sigue en pie, destacando por su gran
tamaño entre los de su entorno.
4. Km 10,6 - Pista de Las Navas
Llegamos a esta pista forestal que es todo un clásico en los recorridos más conocidos del parque natural
por el atractivo de los parajes que recorre. Hacia la izquierda la pista pasa enseguida a estar asfaltada y
nos llevaría hacia el Empalme del Valle pasando junto a lugares tan emblemáticos como el Área Recreativa
de Linarejos, la Cerrada del Utrero (recorrida por un corto y fantástico sendero) y Vadillo Castril.
Nuestra ruta, sin embargo, gira a la derecha. Durante un tramo está señalizada con franjas blancas rojas
y amarillas por coincidir con el PR-A 315.
Unos 300 metros más adelante llegamos al impresionante mirador de los Poyos de la Mesa, orientado
hacia el sur y dotado de un panel interpretativo que nos ayudará a identificar los hitos más significativos
del grandioso paisaje que contemplamos. Entre ellos destaca una vez más la meseta de Los Poyos de La
Mesa, de 1635 metros de altitud, con sus arriscados paredones. Ante nuestra vista se extienden grandes
pinares, así como encinares y bosques mixtos. Son territorios de gran riqueza faunística, muy queridos
por la cabra montés y el ciervo, así como por rapaces como el buitre leonado y las águilas real, calzada y
culebrera, de ahí que en estos parajes el inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente grabara algunos de sus
mejores documentales de la serie televisiva "El Hombre y La Tierra".
Nuestra pista asciende suavemente por un precioso bosque, al principio con mezcla de pinos negrales
y laricios, y dominando ya estos últimos según ganamos altitud. Hay mucha encina y buenos robles
(quejigos). De cuando en cuando se abren excelentes vistas a un lado y otro de la pista. En el kilómetro
14 sale a la izquierda una pista cerrada al tránsito de vehículos que sube hacia el Cerrillo del Piornal.
Nuestra pista llanea antes de llegar a la Nava del Espino.
5. Km 14,5 - Nava del Espino
En este punto, a la derecha, se abre un bello y despejado llano donde se sitúa la casa forestal de la Nava
del Espino, ya en ruinas. Pinares y praderías componen un armónico paisaje donde se puede ver a los
gamos acudir a alimentarse a última hora de la tarde.
Junto a la casa parte un camino hacia Los Poyos de la Mesa, de 7 kilómetros de longitud y un ascenso
acumulado de 225 metros. Si decidimos recorrerlo, una vez arriba tendremos unas extraordinarias
vistas sobre el valle del Guadalquivir y la zona de Vadillo Castril, paisaje este de antiguos telesféricos
forestales.
En el kilómetro 14,8 sale a la izquierda una pista cortada a vehículos por la que se puede acceder, entre
otros lugares, al Raso del Madrigal, desde donde se disfruta de espléndidas vistas. Nuestra ruta continúa
en suave descenso, teniendo a nuestra izquierda el Arroyo de la Garganta y la bella estampa del monte
Cabeza del Tejo.
6. Km 15,6 - Fuente de la Garganta
Esta fuente de tres caños está situada en el arroyo del mismo nombre, en un paraje fresco y relajante
con mesas para comer. Más allá podemos disfrutar de otro espléndido mirador con un panel interpretativo
dedicado a la reintroducción del quebrantahuesos en el parque natural.
7. Km 17,2 - Nava de San Pedro
Nuestra etapa llega a la Nava de San Pedro, uno de los lugares con más acusada personalidad del parque
natural. El paisaje, hasta ahora dominado por el bosque, se abre de pronto ante nuestros ojos, humanizándose,
pues las navas son terrenos muy fértiles que se sitúan a cierta altitud y que han sido deforestados
y aprovechados por el hombre desde tiempos inmemoriales como pastos frescos o como terrenos
agrícolas. A los pies del viejo cortijo de la Nava, convertido ahora en un pequeño bar-restaurante, se
extiende una vista extraordinariamente armónica y relajante donde se combinan las huertas y tierras de
labor, los frutales dispersos, los álamos -amarillos en otoño- y las altas montañas cubiertas de bosques
y coronadas por abruptos riscales.
Además, este paraje alberga el Centro de Cría de Quebrantahuesos, un lugar emblemático para la conservación
de la fauna ibérica que puede ser visitado entre mediados de mayo y finales de septiembre
-es decir, fuera de la época de cría - previa cita con la Fundación Gypaetus.
En el kilómetro 17,9 arranca a la izquierda el sendero de Valdetrillo, señalizado por la Consejería de
Medio Ambiente, de 6,3 kilómetros de longitud, que discurre junto a los Arroyos de Valdecuevas y
Valdetrillo y cuenta con un espectacular mirador hacia el Estrecho de los Perales. Siguiendo por nuestra
ruta, la pista comienza a ascender de nuevo y dejamos a la derecha un pinar de repoblación.
En el kilómetro 18,7, en el paraje de La Trinchera, podremos disfrutar hacia nuestra derecha de una de
las vistas más celebradas del parque natural: las que corresponden al valle del Guadalentín, hendido por
el famoso barranco del mismo nombre, un extraordinario paisaje que se cierra con las cumbres de Sierra
Nevada y por el que discurra la etapa 14 del sendero Bosques del Sur. Unos 200 metros más adelante
sale a la derecha la Senda Ornitológica Circular Barranco del Guadalentín, en cuyo inicio hay un panel
interpretativo. Esta ruta, en cuyo recorrido emplearíamos unas cinco horas, coincide en su tramo junto
al Guadalentín con parte de la citada etapa 14.
Nuestra pista continúa ascendiendo entre rasos y encinares, en medio de un paisaje de gran dulzura
y armonía, pasando en el kilómetro 21 una barrera que cierra el paso a vehículos entre las 21 y las 9 h.
8. Km 21,3 - Estrecho de los Perales
Un mirador con un panel interpretativo nos facilita la contemplación del Estrecho de los Perales, una
espectacular garganta flanqueada por irregulares formaciones rocosas. En la zona es frecuente avistar
animales tan señeros como la cabra montés y el águila real, lo cual es bien expresivo de su gran riqueza
ecológica. De hecho, veremos pequeños carteles a nuestra izquierda que marcan el límite del Área de
Reserva de Navahondona-Guadahornillos, una amplia zona donde las actividades humanas están fuertemente
restringidas para conservar sus extraordinarios valores naturales.
9. Km 23,6 - Refugio casa forestal de Fuente Acero
Nuestra larga etapa llega a su término en la antigua casa forestal de Fuente Acero, ya en desuso, pero
que en sus buenos tiempos fue un punto de referencia esencial en toda esta zona, y donde se ha habilitado
uno de los refugios del sendero Bosques del Sur. Es un lugar hermosísimo en el que destaca el
viejo y gigantesco pino laricio o salgareño situado en medio del raso que hay frente a la casa forestal.
Hay una fuente señalizada a 150 metros. Fuente Acero es, además, uno de los puntos estratégicos del
GR Bosques del Sur, por ser punto de llegada o salida de las etapas 14 y 15, además de la que se acaba
de describir.
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