Mirador Tapadero en la Sierra de las Villas. En este punto se abre una impresionante panorámica en la que se observa una de las unidades más importantes de la Sierra de las Villas. Al fondo, las pendientes más suaves de la comarca de Las Villas, son ocupadas por el Olivar. Para este cultivo se aprovechan las mejores condiciones de suelo y topografía. Únicamente aquellos lugares que presentan afloramientos rocosos o excesivas pendientes quedan libres de su explotación. La presencia humana en estos parajes se encuentra relegada a los únicos lugares donde es posible algún tipo de uso del medio. La existencia de lago de suelo fértil en las zonas más bajas, ha permitido su dedicación agrícola o ganadera, tal y como se puede apreciar en los restos de bancales y las construcciones que aún se mantienen. Cubriendo parte de las escarpadas laderas de roca caliza, se pueden observar las alineaciones de antiguas repoblaciones de pino. Las zonas más inaccesibles constituyen el último reducto donde sobreviven especies típicas del bosque mediterráneo original. Observe cómo estas plantas han aprovechado para anclar sus raices en las grietas, los salientes de las peñas y en general, en aquellos puntos donde se acumulan más sedimentos. Los paredones verticales que ocupan el primer plano del mirador, sirven de refugio y lugar de cría a diversas especies de aves denominadas rupícolas, entre las que las rapaces son sin duda las más emblemáticas. Si tienen suerte podrán admirar el vuelo del buitres y alimoches que utilizan las corrientes de aire caliente que ascienden desde el fondo del valle.
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