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Cascada de la Palomera al tranco del Acebo por La Hoya de la Almadilla
La sierra de las Villas es, sin pasiones, una de las más bonitas y atractivas sierras de nuestra provincia. Hay muchos lugares aún desconocidos para mí y la idea de esta ruta era caminar por alguno de ellos. Cuando le planteas una ruta al Pariente; ya se sabe, plasma la idea en unos maravillosos rutones; que no suelen tener mucho que ver con la idea primitiva y que además, siempre abren otros nuevos objetivos. Muchas gracias al Pariente (Pepe Cabrera) por enseñar estos deliciosos rincones colmados de belleza. En palabras de Agustín: “un rutón sin desperdicio alguno”. Agustín, que no se arredra por nada, tiene mérito venir desde Granada y volverse después de la ruta. Agradezco a Pepe y Agustín el sobresfuerzo del madrugón. Es que, hay gente con auténtico fervor con esto de la sierra!!!
Muchas gracias a ambos, por esta estupenda compañía pletórica de sincronía y cordialidad. Descripción de la ruta Comenzábamos temprano junto al aparcamiento del Aguascebas para tomar el camino de la Canaleja, remontando los arroyos de Plaza y Hoyo Redondo hasta la cascada de la Palomera y su sensacional escalera labrada en la toba en su primer tramo. Este rincón es sobrecogedor; el paso en sí y las soberbias paredes que arropan este espectacular paraje. Tras coronarla nos acercamos a la Fuente del Cerezo donde mana bajo y viejo y sano cerezo. Tras recorrer estos pastizales, antiguas labores, nos acercamos a un pequeño nacimiento en el arroyo del Canalón, junto a una alberca. De aquí parte un estupendo camino que enlaza con el camino de las Cumbres. Nosotros dimos un paseo a ver si localizábamos narcisos, con infructuoso resultado. Avanzamos ahora hacia los Palancares, cuya fuente se encuentra prácticamente seca. Tras un gratificante encuentro con una pequeña manada de caballos, cruzamos frente a los cortijos de la Zurulla, Lucio Parra y de los Rasos de Jabalcaballo, cruzando la encharcada cabecera del arroyo del Pardal, para rodear por la izquierda la simpar Peña Corba. Descendemos por un buen camino hasta el Puntal de la Cuerda, buscando por la cara de solana, un hipotético e inexistente camino, hasta el conectar con el estupendo sendero que une los cortijos de la Hoya de la Almadilla con el Juego de la Bola. Antes del último tramo del camino, antes de los cortijos del Juego de la Bola existe una trifurcación. Seguimos por el camino de la derecha (sentido este) llegamos a la fuente del Juego de la Bola. Volvemos a retomar el camino del centro para llevarnos a un camino ahormado, que también sale desde la misma fuente. El ramal de la izquierda (sentido oeste está “inexplorado”); espero que por poco!!! Saltamos a los llanos del Pardal para dirigirnos a la fuente de la Berranza, descendiendo el cauce del arroyo, por las Casas de la Cañada del Avellano de arriba y de Abajo hasta llegar al famoso Tipi indio. Remontamos la cuesta que nos devolverá al camino de las Cumbres y sortear el maravilloso Tranco del Acebo. En Lancha Candiles existe, además del paso más habitual, un tranco más al norte de éste, que intentamos localizar, sin conseguirlo. Nos quedamos cerca pero debíamos haber avanzado, aún más al norte. Sale a un cortijo de teja roja, junto al camino de la Fresnedilla en su margen derecha, sentido Chorrogil; amenazamos con volver!!! Una buena penitencia nos recuperó el ánimo y el maltrecho cuerpo!!! Última edición por Juan José Frías Mora; 27-Apr-2017 a las 05:46 |
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