A esquilar!!!

[Juan José Frías Mora]

Ésta es otra de las actividades tradicionales, asociadas a las ovejas. Se esquilan por razones de bienestar animal, razones higiénicas y económicas.

Como vemos el tema del bienestar animal, ya estaba contemplado por los ganaderos (aunque no con estas dos palabrillas), mucho antes de la ecología mal entendida o las corrientes ultra-ecologistas, intenten equiparar las condiciones humanas a las de los animales domésticos, criados por y para el suministro de alimento y vestido al hombre.

Al esquilar la oveja pasa menos calor, se engancha menos y está más cómoda. Además, al quitar la lana, el animal se limpia con facilidad, se eliminan los parásitos (pulgas, garrapatas,...), se curan las heridas y lesiones de la piel como sarna, micosis (infecciones por hongos) y diversas patologías de la piel. También, se limpian y sanean de las picaduras de moscas, se cosen los cortes y enganchones y se le da un baño antiparasitario.
También se aprovecha para identificar los animales con crotales auriculares, marcar a los enfermos, a las no fértiles, que no se quedan preñadas (“machorras”) y a las ovejas de desvieje.

Por añadidura, la cría o cordero lechal se beneficia de estos tratamientos higiénicos de la madre, evitando el contagio de enfermedades y parásitos.

Por último, suponía un ingreso extra y aunque, hoy menospreciado por el bajo precio de la lana, puede ser un complemento más de la explotación ganadera.

Sin entrar en cuestiones técnicas, las ovejas tiene dos tipos de pelo, la borra más fina y menos densa y la lana, más larga y densa. En invierno , la lana y la borra se desarrollan mas y en verano, la borra se reduce en longitud y grosor y la lana cae de forma natural, formando calvas y jirones.

Si no se produce el esquileo, la lana muerta, impregnada de sebo o grasa, que se queda adherida a la oveja provoca un fenómeno de putrefacción, que produce mucho picor al animal (además de mal olor), lo que atrae a diversas especies de moscas. Este escozor, provoca que los animales se rasquen, produciéndose heridas.

Antaño el momento del esquile coincidía con el fenómeno del “levante de la lana”. Es decir, en el momento en que, de forma natural, la lana comenzaba a soltarse y resultaba más fácil el trabajo manual. Actualmente con las maquinillas eléctricas la fecha del esquile no se ajusta a este proceso, realizándose de mayo a julio.
En nuestra provincia, conozco cuadrillas de esquiladores de Santiago de la Espada, de Andújar y de Vilchez, que recorren Jaén y las limítrofes Córdoba y Granada.

Así hoy, una cuadrilla de esquiladores profesionales, está formada por seis personas: tres esquiladores y tres que se dedican a coger las ovejas, atarles la cuatro patas, además de recoger la lana.
Hoy el esquileo se hace con maquinillas eléctricas, bien enchufadas a la red o mediante un grupo electrógeno
El esquilador pertrechado de zahones o calzones (abiertos por la parte trasera) y polainas; siempre de pié y con el tronco flexionado, moja el costado izquierdo de la oveja, para minimizar las salpicaduras de lana, sacando toda la lana de una pieza; éste es el vellón. Para terminar, libera la oveja y colocándola sentada; de espaldas sobre sus piernas para terminar de cortar, la lana de la panza, que se deshecha.
Al terminar tiene un contador, donde registra cada oveja esquilada, pues suelen ir a destajo, fijando un precio por oveja, que hoy, oscila entre 1 y 1,40 euros por oveja en función de la cantidad de lana. La raza de más lana es la Merina y en nuestra zona le sigue la Manchega, la Montesina, siendo la que menos lana tiene, nuestra raza Segureña.
En función de la raza y de alimento y del estado del animal, se tarda entre 2 y 4 minutos en esquilar cada animal. La cantidad de lana que se saca en cada vellón, varía en nuestra zona desde medio a 1 kilo, aproximadamente una media de 750 gramos por animal.
De igual forma la cantidad de animales esquilados con máquina eléctrica aunque está en torno a 150-175, cuando se hace a destajo .
Era una profesión olvidada que gracias al repunte del precio de la lana, no va a perderse, adaptándose a los nuevos tiempos.

Las fotos corresponden a ovejas de raza Montesina y están hechas en el paraje de las Viñas, junto al Neveral, en Jaén. Las ovejas son propiedad de Manuel, un pastor que tiene sus ovejas en Jabalcuz y limpiando de hierba las faldas del Castillo de Santa Catalina, minimizando el impacto de los fuegos en la zona.

[Juan José Frías Mora]

En muchas ocasiones, como en esta, mi amigo Fernando y su esposa Livia, tienen el valor de acompañarme con sus cinco criaturas.




Sigue saliendo agua del minao que hay en el paraje de las Viñas, muy cercano al Neveral en Jaén. Es la primera navecilla que hay al subir la primera gran cuesta desde el sanatorio. Está a pie de carril .

[Juan José Frías Mora]

Al trabajar a destajo, no deben faltar animales atados para que el esquilador "tenga faena"


La lana se pisa y se mete en grandes fardos


Los animales se manejan con gran esfuerzo físico


Esta raza Montesina es de mucho caracter y debe ser atada de las cuatro patas para su correcto manejo

[Juan José Frías Mora]

Se trabaja duro y con calor






El contador es esencial para "no perder hilo"

[Juan José Frías Mora]

Hay ganas de terminar


Se aprovecha para dar de mamar a los mas pequeños y descargar la teta de la madre

[Juan José Frías Mora]

Los animales pasarán un buen verano y persistirá esta dura, pero preciosa tarea!!!

[pepecabrera]

Iniciado por Juan José Frías Mora

Ésta es otra de las actividades tradicionales, asociadas a las ovejas. Se esquilan por razones de bienestar animal, razones higiénicas y económicas.

Como vemos el tema del bienestar animal, ya estaba contemplado por los ganaderos (aunque no con estas dos palabrillas), mucho antes de la ecología mal entendida o las corrientes ultra-ecologistas, intenten equiparar las condiciones humanas a las de los animales domésticos, criados por y para el suministro de alimento y vestido al hombre.

Al esquilar la oveja pasa menos calor, se engancha menos y está más cómoda. Además, al quitar la lana, el animal se limpia con facilidad, se eliminan los parásitos (pulgas, garrapatas,...), se curan las heridas y lesiones de la piel como sarna, micosis (infecciones por hongos) y diversas patologías de la piel. También, se limpian y sanean de las picaduras de moscas, se cosen los cortes y enganchones y se le da un baño antiparasitario.
También se aprovecha para identificar los animales con crotales auriculares, marcar a los enfermos, a las no fértiles, que no se quedan preñadas (“machorras”) y a las ovejas de desvieje.

Por añadidura, la cría o cordero lechal se beneficia de estos tratamientos higiénicos de la madre, evitando el contagio de enfermedades y parásitos.

Por último, suponía un ingreso extra y aunque, hoy menospreciado por el bajo precio de la lana, puede ser un complemento más de la explotación ganadera.

Sin entrar en cuestiones técnicas, las ovejas tiene dos tipos de pelo, la borra más fina y menos densa y la lana, más larga y densa. En invierno , la lana y la borra se desarrollan mas y en verano, la borra se reduce en longitud y grosor y la lana cae de forma natural, formando calvas y jirones.

Si no se produce el esquileo, la lana muerta, impregnada de sebo o grasa, que se queda adherida a la oveja provoca un fenómeno de putrefacción, que produce mucho picor al animal (además de mal olor), lo que atrae a diversas especies de moscas. Este escozor, provoca que los animales se rasquen, produciéndose heridas.

Antaño el momento del esquile coincidía con el fenómeno del “levante de la lana”. Es decir, en el momento en que, de forma natural, la lana comenzaba a soltarse y resultaba más fácil el trabajo manual. Actualmente con las maquinillas eléctricas la fecha del esquile no se ajusta a este proceso, realizándose de mayo a julio.
En nuestra provincia, conozco cuadrillas de esquiladores de Santiago de la Espada, de Andújar y de Vilchez, que recorren Jaén y las limítrofes Córdoba y Granada.

Así hoy, una cuadrilla de esquiladores profesionales, está formada por seis personas: tres esquiladores y tres que se dedican a coger las ovejas, atarles la cuatro patas, además de recoger la lana.
Hoy el esquileo se hace con maquinillas eléctricas, bien enchufadas a la red o mediante un grupo electrógeno
El esquilador pertrechado de zahones o calzones (abiertos por la parte trasera) y polainas; siempre de pié y con el tronco flexionado, moja el costado izquierdo de la oveja, para minimizar las salpicaduras de lana, sacando toda la lana de una pieza; éste es el vellón. Para terminar, libera la oveja y colocándola sentada; de espaldas sobre sus piernas para terminar de cortar, la lana de la panza, que se deshecha.
Al terminar tiene un contador, donde registra cada oveja esquilada, pues suelen ir a destajo, fijando un precio por oveja, que hoy, oscila entre 1 y 1,40 euros por oveja en función de la cantidad de lana. La raza de más lana es la Merina y en nuestra zona le sigue la Manchega, la Montesina, siendo la que menos lana tiene, nuestra raza Segureña.
En función de la raza y de alimento y del estado del animal, se tarda entre 2 y 4 minutos en esquilar cada animal. La cantidad de lana que se saca en cada vellón, varía en nuestra zona desde medio a 1 kilo, aproximadamente una media de 750 gramos por animal.
De igual forma la cantidad de animales esquilados con máquina eléctrica aunque está en torno a 150-175, cuando se hace a destajo .
Era una profesión olvidada que gracias al repunte del precio de la lana, no va a perderse, adaptándose a los nuevos tiempos.

Las fotos corresponden a ovejas de raza Montesina y están hechas en el paraje de las Viñas, junto al Neveral, en Jaén. Las ovejas son propiedad de Manuel, un pastor que tiene sus ovejas en Jabalcuz y limpiando de hierba las faldas del Castillo de Santa Catalina, minimizando el impacto de los fuegos en la zona.

Muy bien. pariente.
Claro, conciso, explicativo, ameno , bien redactao, ...
"M´a gustao"

NOS VEMOS

[Oberkland]

Muchísimas gracias por enseñarnos y acercarnos a estos oficios de antaño que esperó que nunca desaparezcan. Un abrazo.