El
culmen del día fue localizar y capturar
un eslizón (ya se me había escapado una culebra y un lagarto)
Nuestra fauna es un maravilloso mosaico evolutivo, pero esta especie es una de nuestras estrellas más relevantes. El eslizón
(Chalcides bedriagai) es un testimonio vivo del eslabón intermedio de la locomoción a cuatro patas, típica de todos los saurios (lagartos, lagartijas, camaleones, salamanquesas, cocodrilos, dinosaurios, etc, etc) y el movimiento reptante, típico de las actuales serpientes. En este cambio evolutivo, ha atrofiado su cuatro patas, quedando reducidas a simples apoyos en la reptación.
Habita terrenos pedregosos con abundante hierba y matorral bajo, donde se cobija y alimenta. Este hábitat, junto a sus rápidos y ágiles movimientos y su similitud a pequeñas serpientes, hace que esta especie pase desapercibida, resultando muy difícil apreciar su existencia, a pesar de ser bastante común.
Es un voraz consumidor de insectos, larvas y huevos por lo que es un eficaz aliado frente a moscas, mosquitos y demás insectos picadores.
Es ovíparo, es decir, posee la capacidad de parir vivas a sus crías a finales de verano.
A los niños hay que enseñarlos a conocer y respetar y soltarlos en su medio, tras las correspondientes fotos