Una vez el parte mas alta, comunicamos con el paso buscado, encontrando varios neveros naturales, aprovechados también al inicio del estío, pues presentaban hormas en la parte baja, pero no tenían ni la estructura ni la posibilidad de excavarlos, ni de protegerlos, además de mucha pendiente.
Al fondo Peña Centenillo (según Cuatrecasas 1929)