Además del aprovechamiento en carne, de forma residual se aprovecha la leche. Solo algunas madres tienen suficiente leche como para criar al choto y poder ser ordeñadas para consumo humano.
También podemos encontrar una exquisitez que es el
sumun para el paladar: Calostros con miel. El calostro es una "superleche" que se produce los primeros días tras el parto y que además de ser muy rica en grasa y proteínas, posee una extensa batería de potenciadores del crecimiento, con antibióticos naturales, vitaminas e inmunoglobulinas. Todo ello imprescindible para el buen desarrollo de los primeros días del choto.
Tiene una textura mas gruesa y voluminosa que la leche normal y con miel, en la sierra, refrescado en el agua de un tornajo, junto a la miel es uno de los bocados mas exquisitos, suaves, delicados y exclusivos, que colma el paladar mas exigente y que supera con creces el nivel del mas riguroso, refinado y distinguido comensal (doy fe).