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Predeterminado Cuadernos de campo - La dama blanca, un nuevo habitante del valle

“La dama blanca, un nuevo habitante del valle”


El hacking sigue, y con él la actividad de los cuervos, las peleas con los pollos por la comida, los madrugones de los técnicos y voluntarios… y ahora se unen el frío y lluvias de estos días.
Los voluntarios, (Isabel, María, Chapo, Máximo, Álex y Paco) y Arnau (el compañero en prácticas) según nos cuentan y se les ve, están disfrutando de lo lindo con la experiencia, están aprendiendo la técnica de cría campestre y muchas cosas sobre la biología de la especie, sus amenazas y el proyecto de reintroducción.
Pero a parte de todo esto, en el valle ha acontecido un hecho que nos ha entusiasmado tremendamente a todos. El valle cuenta con un nuevo personaje. De repente, una mañana de principios de junio, se nos coló en el visor de los telescopios y desde entonces la dama blanca nos visita cada día.
La dama blanca no es el espíritu de una chica muerta que se nos aparece de madrugada cuando vamos a hacer el aporte de comida, es uno de los escasos ejemplares de alimoche que nos van quedando en Andalucía oriental.
Es un regalo. Pensamos que puede ser una hembra adulta que perdió a su macho en esta última temporada de cría. Podría ser, o podría no ser, pero nosotros preferimos pensar que es así.



Cuando ya pensabamos resignados que la batalla con los cuervos estaba perdida, la dama blanca hizo acto de presencia, y con ello la balanza se ha vuelto a equilibrar a nuestro favor, ya que ella se encarga en muchas ocasiones de perseguirlos en vuelo por todo el valle, les roba la comida robada, los increpa hasta el agotamiento y sobretodo nos hace disfrutar como a niños a los observadores.
Además, estos días hemos disfrutado con la observación de cabras monteses, ciervos, jabalíes (con sus rayones), muflones, lagartos ocelados, y un sinfín de rapaces y pequeños paseriformes.
Y es que pasamos tantas horas quietos en un sitio, que al final nos acabamos convirtiendo en rocas, y los animales, confiados, se nos acercan hasta límites insospechados.

N. del texto.

Esta entrada pertenece al blog Cuadernos de campo de la Fundación Gyapetus.
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