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El quebrantahuesos pasa de largo sobre Murcia

El ave necrófaga reintroducida en Cazorla sobrevuela sin éxito la Región en busca de nuevos territorios

Si se encuentra usted en alguna sierra del norte de la Región, mira al cielo y divisa la silueta de un pájaro inmenso con la cola en forma de rombo, es muy posible que tenga sobre su cabeza un quebrantahuesos. Y si es un quebrantahuesos, es casi seguro que se tratará de 'Tono', un ejemplar liberado en la Sierra de Segura que se ha hecho famoso por los larguísimos viajes que emprende. El Willy Fog de los buitres.
'Tono' y otros quebrantahuesos se alejan periódicamente de las sierras de Cazorla, Segura, Las Villas y Castril porque buscan nuevos territorios en los que asentarse, y en principio la Región es una candidata lógica para acogerlos, pero aún no han decidido establecer en Murcia nuevos nidos. La desaparición de la ganadería extensiva -ya no hay reses muertas en el campo- y la fragmentación del medio natural son los motivos por los que pasan de largo sobre las montañas murcianas, según los datos ofrecidos por el coordinador de la Fundación Gypaetus, José Enrique Gutiérrez, que el sábado pasado participó en Murcia en la jornada de caza organizada por la Asociación para el Desarrollo Sostenible del Garruchal (Adesga).
«La Región de Murcia tiene zonas que pueden ser apropiadas para la especie y así se ha comprobado mediante la elaboración de unos estudios de viabilidad para la reintroducción en distintos espacios naturales protegidos de Andalucía, Murcia y Albacete. Sin embargo, en el caso de Murcia estos estudios han señalado que, si bien algunos espacios pueden ser adecuados para el quebrantahuesos, es necesario acometer ciertas medidas de control de amenazas que pueden poner en riesgo a la especie», explica el coordinador de proyectos de la entidad encargada del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Junta de Andalucía.
«Esto ha sucedido así hasta el momento, lo que no impide que en el futuro, cuando haya más ejemplares en libertad y se produzcan las primeras reproducciones, algunos de los ejemplares puedan asentarse en Murcia», añade.
Volvamos al principio. Probablemente esté viendo usted un quebrantahuesos, esa especie tan rara -y amenazada- de buitre que parece llevar un antifaz y que es tan sibarita que sólo se alimenta de la médula ósea, que obtiene arrojando los huesos desde las alturas para que se rompan al chocar contra el suelo.
Ave de paso
Aunque por el momento, ya sabe, es sólo un ave de paso: viene desde las sierras de Jaén y Granada, donde hasta el momento han sido reintroducidos 14 ejemplares para garantizar la supervivencia de una especie considerada en peligro de extinción a nivel mundial. En Europa, los Pirineos cobijan a la población más importante de esta gran ave carroñera: unas 120 parejas. Anidaron en la Región hasta la mitad del siglo pasado, al igual que en las principales zonas montañosas de toda la península, pero la falta de alimento, la degradación del hábitat y la persecución humana les condujeron a la desaparición. El último quebrantahuesos del sur de España fue visto por última vez en 1986 en Cazorla.
Un grupo de investigadores murcianos y miembros de la Fundación Gypaetus, junto a responsables de la Comunidad, encontraron hace algo más de dos años en Sierra Espuña un nido histórico de quebrantahuesos, con una antigüedad de al menos 50 años. En el nido se hallaron varios huesos y dientes de ganado, y cerca de 20 excrementos. Debido a que la dieta de estas aves se basa principalmente en huesos, sus deposiciones están compuestas de carbonato cálcico (se llaman coloquialmente tizas), y pueden conservarse durante décadas al abrigo de las cuevas donde anidan.
También se recogieron cáscaras de huevos y parte de una pluma, que podrán servir para una caracterización genética de los antiguos quebrantahuesos murcianos. Además, en el nido se encontraron numerosas cuerdas de esparto trenzado, una honda, una esparteña y retales de ropa: más indicios de su presencia, ya que los quebrantahuesos adultos los recogen del campo para hacer más confortables sus nidos.
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