Foto de Tranco y Quiteria enlazada de la web de la
Fundación Gypaetus
Primeros dias de hacking:"Mis amigos los cuervos."
La actividad en la cueva está comenzando estos días poco antes de las 7 de la mañana. Los pollos se desperezan y los cantos de los mirlos, colirrojos y cucos toman el relevo de los cárabos, chotacabras y autillos. Y entre todos estos sonidos uno destaca por encima de los demás, al menos en nuestras cabezas. El graznido de la pareja de cuervos que anida no demasiado lejos de la cueva de los quebrantahuesos. No es que sea más alto que otros cantos que resuenan por la sierra, pero nos anuncian acción y resulta que, sin saberlo, hemos apostado sobre el resultado de esta acción. Los cuervos, haciendo honor a su fama de oportunistas e inteligentes entran en la cueva; hay comida fácil y harán todo lo posible por aprovechar la ocasión. Directamente se dirigen a lo más suculento, los conejos. No tardan en picotear la pieza y en cuanto comprueban que es de su gusto la agarran con el pico y salen volando con ella. Todo un espectáculo ver a un cuervo con un conejo, que quizás lo dobla en peso, volando por mitad del valle. Con el paso de los días los pollos están aprendiendo a espantarlos y se apresuran a comer tan pronto descubren la comida con las primeras luces de la mañana. Los cuervos reaccionan operando en pareja. Así mientras uno distrae al pollo y “se deja espantar” el otro entra por detrás y se hace con la comida. Y de momento la partida se la llevan de calle los cuervos. Las patas quedan en la cueva y los pollos dan buena cuenta de ellas, pero todo esto nos obliga a realizar los aportes todos los días, para que entre todos estos escarceos y escaramuzas los quebrantahuesos obtengan también su ración diaria de conejo, ya que esto es importante debido a su mayor contenido en agua respecto a las patas, agua que no conseguirán fuera de la cueva hasta que empiecen a volar. Mientras tanto nosotros perdemos la apuesta en el juego y nos toca madrugar cada día, dedicando bonitas cumplidos a los cuervos cuando suena el despertador. Nos queda el consuelo de que este año criaran unos polluelos fuertes y robustos.