Este sapo corredor (
Bufo calamita), prolifera en terrenos menos húmedos y más arenosos, que el sapo común. Este es un sapo muy ágil y excavador. Posee unas cortas y poderosas patas delanteras. Posee además, unas durezas en las patas anteriores, para facilitar la apertura de agujeros bajo piedras. Los usan para permanecer, durante el invierno aletargados y buscar refugio en las etapas de actividad. Las patas traseras son más cortas que en el sapo común por lo que su capacidad de salto es inferior, aunque le facilita el poder trepar a muros y árboles.
Es de color verdoso con moteaduras blancas, con diferentes tonalidades. Al igual que el resto de sapos, la hembra es mucho mayor, que el macho y de igual forma que sus parientes, posee glándulas tóxicas en la piel, aunque en la personas sólo producen escozor en boca y ojos, si te tocas y no te has lavado después de tocarlos.
Recordar que son voraces comedores de moscas, mosquitos y demás insectos picadores, por lo que su efecto en el campo es muy beneficioso, así que, hacedle fotos y dejarlos en su hábitat