Esta lagartija ,casi sin patas, se ha adaptado a vivir en zonas con hierba abundante y alta , modificando su manera de desplazarse, reptando con rapidez y ayudándose de las reducidas patas que posee. Esto le da una rapidez y una agilidad en los movimientos, que la hace casi invisible. Cuando caminamos entre la hierba, solo apreciamos un rápido movimiento en el pastizal, que cesa en unos segundos. Si algo vemos, nos puede recordar una culebra. Su captura es muy, muy difícil, al escabullirse con suma facilidad entre el pasto.
Como lagartija que es, puede desmembrar, de forma voluntaria, el extremo distal de la cola, para así desviar la atención de su predador y escapar con mas comodidad. Éste volverá a crecer.
Si cogemos uno, el mejor recuerdo son las fotos y la explicación, que de este curioso animal, podemos hacer a nuestros acompañantes y por supuesto, dejarlo en el mismo lugar donde lo localizamos.
Al tener un metabolismo muy alto, necesita comer muy a menudo, por lo que es un voraz consumidor de insectos y un eficaz aliado frente a moscas y mosquitos.
Las fotos son del pasado domingo