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#1
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Bonales-cueva y cascada de las grajas
El pasado jueves, dado que iba a ser el único día que respetara algo el tiempo, sin madrugar mucho, me fui para Los Bonales, con la intención de llegar hasta las cuevas y cascada de Las Grajas, pero subiendo por el cauce del arroyo, así que nada más salir de Los Bonales, ascendí a mano izquierda por una vereda de animales, y esa fué la tónica durante todo el recorrido hasta llegar al Cortijo de Las Grajas.
La experiencia es curiosa, ya que al no existir caminos, y las veredas cortarse, continuar y cruzarse con otras tantas, es la orientación y la intuición las que guían mis pasos. Esta zona es muy muy similar a la parte de enfrente de las Malezas de La Campana, con lo cual la conclusión que saco al final de la ruta, es que es algo que a mi me llena por aquello de escuchar el sonido del silencio, de sorprender a algún que otro animal, y hacer algo distinto, pero he de reconocer que lo suyo es hacerlo por el camino tradicional, donde no te vas rozando con la maleza, no te pinchas con las zarzas, ni tienes que pararte a veces para ver cual es el mejor camino a seguir, ya que la parte más preciosa del recorrido es precisamente a partir del Cortijo de Las Grajas. Antes de poner las fotos, dejo un pequeño plano de por donde me moví, total 14'870 mts. |
#2
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Ésta es la primera imagen que tengo en cuanto asciendo un poco.
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#3
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Así de espeso va a estar todo el camino, zonas sin grandes pinos y con mucho monte bajo.
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#4
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La preciosa Piedra del Mulón se deja ver un poco.
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#5
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En este lugar me pasó algo curioso, motivado sin lugar a dudas porque soy primo hermano de Magoo, como veréis es un hozadero, aunque secas hay dos pequeñas charchas hechas por los jabalís para hozar y revolcarse, pues aunque se veía que tenía que seguir mi camino por el lado contrario, pero me fuí hacia el frente para investigar un poco, la zona se cierra de golpe, y todo está completamente enmarañado, un poco más adelante ví una buena piedra (eso creía yo) y hacia ella que me encaminé, el viento no delataba mi olor, pero si mi gracilidad al moverme, dado que aquello era un piedra, yo tampoco avanzaba con el mayor de los cuidados, y en un momento, aquella piedra se levantó, y emprendió una estrepitosa huida, arrollando todos los matorrales que tenía por delante, me quedé parado, asombrado por el tamaño del bicho, y por supuesto, por mi buena vista.
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#6
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#7
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Hacia la izquierda se ve claramente el pantano, y en la parte central-derecha está el arbusto calvario de mi cuerpo, no sé que es, pero así, como éste y totalmente secos, hay infinidad, y mucho de ellos no puedes rodearlos, tienes que atravesarlos cortando las ramas, y no sólo dificultan la marcha, sino que la ralentizan horrores.
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#8
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Hacia ese primer pico que se ve sobre el pino es donde me encamino.
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#9
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Este sitio es curioso, un claro donde no hay matorrales, ni árboles, tan sólo romero, todo lleno de romero. Y el Mulón al fondo.
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#10
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Debajo de esa mole de enfrente es por donde discurre el Arroyo de Las Grajas.
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