Llegamos al Charco de la Gracea, donde se junta el Arroyo de las Truchas y el Borosa. Jamás he visto tanto caudal en el Arroyo de las truchas y eso que vine en 2011 que fue otro año lluvioso después de la sequía de 2009.
Vamos despacio y aprovechando para recrearnos en el paisaje. Llegamos al puente en la zona de los Caracolillos, donde los sorprendentes pliegues tectónicos eclipsan al Borosa.
Antes de seguir con la descripción de la ruta voy a poner una secuencia de imágenes que ilustran gráficamente como “rezumaba” agua la Sierra… más que rezumar, vomitaba agua cada pliegue, cañada, oquedad y arroyos a nuestro paso.