Las correderas por peñón de maza y piedra cubillas

[pepecabrera]

Ruta del día siete de agosto de dos mil doce

Ya es el segundo año que el amigo Jaime, nostálgico del Peñón de Maza y piedras Cubillas, que veía desde su cortijo de la Fuencaliente esos días de verano que pasaba allí, llama a Antonio, Domingo con su prole, y en esta ocasión a los paters para volver a subir a esta parte de la Sierra.

Subir a las Correderas siempre resulta atractivo para poder contemplar nuestros pueblos cercanos de la Loma, Las Villas, Castellar y Chiclana (a Villanueva nunca la vemos).
Y qué decir de ese mar de olivares en tierras rojas con sus salpicados cortijos blancos, muchos de ellos en uso de algún modo, aunque también otros dejaron de ser las paredes del hogar de familias que extraían a estos duros terrenos ese producto de calidad, que hoy reconocemos, y que hace las delicias de condimentos, fritos,...
Lástima que no se valore justamente el producto y el trabajo en estos olivares, en estas tierras nunca fáciles de laborear para extraer el oro líquido, diferente a los obtenidos en terrenos menos duros.
El Peñón de Maza, las Piedras Cubillas y las propias Correderas te hacen disfrutar de un paisaje olivarero, que los que estamos apegados a estas plantas desde chicos nos relajan observándolas y entretiene identificando cortijos y lugares y, en algunos casos, a esos dueños, algunos entre nosotros y otros ya desaparecidos.
Pues de la mano de Antonio, buen conocedor de esta parte de la sierra, por cazador principalmente, nos introdujimos por una senda enmatojada, desde el cortijo de los Carraleños, porque llegaron de la zona de Carrales, hacia el Peñón de Maza oteando todo ese paisaje antes mencionado.
Desde el Peñón nos condujo por una senda suave, faldeando al collado que da acceso a las Piedras Cubillas desde donde tomamos la senda de piedra desmatojada y señalizada con pintura blanca e hitos que sube a las Correderas, por el tranco del mismo nombre, aunque para Antonio es el Tranco de las Bestias, obra del pariente guarda Manuel, por donde pasaron el pariente Frías y Sansón con este, que dejamos girando hacia la derecha (hay caído un gran pino seco) para atajar la subida al punto geodésico por un corto tranco para personas.
Al volver del geodésico y llegar al pino caído seco, con Domingo y uno de sus hijos acompañamos a Antonio para que nos llevara por la senda inicial, hacia arriba, al pequeño “prado” del Juego de la Bola para descender por la garita del mismo nombre, para personas, y enlazar con la de las Bestias y regresar de nuevo al cortijo y despojarnos del calor con el agua de las pequeñas “piscinas” llenadas con el agua procedente del dornajo del cortijo de los Contreras, a unos cuatro km y llevada por una goma de riego, y esos ricos tomates del terreno, cultivados por Antonio, y unas bebidas.
Ruta corta, no por ello menos bonita, y muy buena compañía.
Espero que ya se haya mejorado de la lumbalgia Antonio, que aún con ella se mueve como montés en la sierra.
¿Que cómo se mueve sin lumbalgia? ....

[pepecabrera]

Salida desde el cortijo de los Carraleños
Mi amigo Jaime indicando el Peñón de Maza

En la distancia el promontorio, izna, se suaviza, pero desde Vva tiene su repecho.

Subida algo enmatojada

[pepecabrera]

Domingo con su bastón serrano.

Peñón de Maza



Roblehermoso tras las Piedras Cubillas

[pepecabrera]

Buen rutero y conocedor de partes de la sierra de Cazorla, Bartolomé.

Olivos, olivos y olivos.

Domingo gran conocedor de los nombres de los dueños de estos cortijos.

[pepecabrera]

Barranco de los Lobos

[pepecabrera]

Peñón de Maza

Cortijo de los Carraleños, donde dejamos los coches.

Collado de Piedras Cubillas que se puede acceder por Los Vigarrales.

[pepecabrera]

Batolomé, Antonio el director de ruta y Domingo.

Antonio y Domingo

Entrando al tranco de las Correderas o garita de las Bestias, según Antonio.

[pepecabrera]

Limpieza y señalización, obra del paisano Manuel.

Pinos de entrada (los fotografiados por el pariente Juan josé en su ruta)

Bonito tranco

Gotas de sangre de algún animal herido.

[pepecabrera]

En este punto, pino seco caido, giramos a la derecha para alcanzar el geodésico, pero la senda continúa a la izquierda.





Único acceso más dificultoso, bien.

[pepecabrera]

Jaime con su hijo Álvaro

Con Bartolomé, por cierto que llevaba un bastón muy domestico y practico.

La cueva de Úrsula