La cuenca alta del chillar, sus escaleras y otras cosillas domésticas...

[Juan José Frías Mora]

El siguiente capítulo de esta deliciosa novela, es el punto álgido AAA+++






David no se resistió a una ducha en el Arroyo de Carrales, en la cerrada dponde desemboca en el Chillar

[Juan José Frías Mora]

En la charca de Roble Gordo, nos acordamos del Comandante; que buen baño se hubiese dado!!


un pequeño receso en los Cortijos del Morro, sus excelentes vistas y sus covachas frescas


Horno hundido


En el centro Prado Borde, por cuyo borde derecho y en paralelo al antiguo y muy perdido camino forestal, llegaremos a la Casporra (indicado como Choza de Sopalmo bajo en el Alpina; este nombre corresponde a la tapuela que hay un poco mas abajo)

[Juan José Frías Mora]

En la Casporra se aprecian los vestigios del gran incendio de los 60, que alcanzó este cortijo y por el cual fue abandonado


Abandonamos este precioso luagr, por la derecha de las labores (terrenos que se cultivaban), para caminar junto al antiguo camino forestal


y localizar junto al viejo cortijo del Ojuelo, un espectacular ejemplar de Sabina Albar (Juniperus thurifera), especialmente apreciada para traviesas de ventanas y como escalones de sujección en pasos y trancos, por su madera, especialmente dura y resistente a la putrefacción y ataque de insectos xilógafos o comedores de madera

[Juan José Frías Mora]

Una pequeña parada en cortijo nuevo del Ojuelo, donde existe un horno tradicional, con su portezuela de madera, recubierta de chapa




El brocal, presenta una horma metálica que bordea toda la boca del horno


un detalle del respiradero

[Juan José Frías Mora]

Siguiendo con nuestra ruta, una espectacular peguera en el cortijo de Los Terrones
La peguera es una construcción de un sólo cuerpo se apliaban las teas de las cepas de los pinos (que eran restos del aprovechamiento de las sacas de madera). Se apilaban desde una base ancha, estrechándose hasta la última capa. A la última tea se prendía y se tapaba bien, para que la combustión fuese lenta y sin entrada de aire, para evitar la formación de llama, que inutilizaba la pez.
También, en la parte baja de esta estructuras había "un desagüe". Para evitar que se cegara por la naturaleza pastosa de la pez, también había que "dar caime"


Otra curiosidad; embutida en la pared, una pequeña orza, para contener agua bendita y que siempre que la visitamos, está llena de este agua y permite que nos santigüemos. Tiene magia esta "orzilla"


Esta foto es de Pepe Úbeda

[Juan José Frías Mora]

Del Cortijo de Los Terrones al Cortijo del Tío Cucharas (erróneamente indicado, éste, en el Alpina, como de Los Terrones)




Del Tío Cucharas al Tío Luciano, con otra hermosa peguera

[Juan José Frías Mora]

El Tío Luciano, aún conservada la alacena y los soportes de los cántaros


Un Fomes, junto al cortijo


Volviendo a los Nerpeños y resfrescándonos; ya sí hacía calor


Llegando a los Vadillos, por un camino idílico, en paralelo al Chillar, cuyo susurro refresca y alienta el caminar

[Juan José Frías Mora]

Un penúltimo esfuerzo, para coronar la preciosa Escalera del Puntal y su cortijo

[Juan José Frías Mora]

Sorprendente y eficaz doble traviesa, en la puerta del Cortijo, que facilitaba el desagüe por una hendidura en el centro.


Tornajera usada de gamellón




Me despido con la penitencia en el Mermecino; esta vez sííí!!; de las muchas pendientes que tenemos!!!

[pepecabrera]

Iniciado por Galenomam

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Tiempo ha, cuando uno comenzaba a asomarse a este ventanuco serrano, asistí pasivamente como mero espectador (como no podía ser de otra manera), a un cruce de comentarios que no me pudo pasar desapercibido. Lo cierto es que lo he buscado para enlazarlo y no lo encuentro, pero aseguro que no lo he soñado.

La cosa venía a razón de los lugares señeros y emblemáticos de esta gran sierra. Concretamente el hilo refería una ruta por el Gualay, no recuerdo si por la cerrada del Pintor o por la Canaliega, y el comentario en cuestión que llamó mi atención equiparaba el lugar como si de la Capilla Sixtina de la sierra de tratara: “el templo o el santuario” venía a referir. Desde entonces, como no, aquello despertó mi interés y he conseguido conocer parte de esa oculta y escondida maravilla. Igualmente conocí que aquello es una de las zonas más protegidas administrativamente catalogado como zona de reserva administrativa A.

No, no creáis que desvarío. Pasado el tiempo, he tenido la fortuna de conocer algo la Sierra y aunque aún me pueden perder en ella, he conseguido obtener criterio propio y opino que es excedido localizar un punto, un lugar en esta inmensa sierra como el súmmum… Quién se aventure, fuera de lo que sea mostrar preferencias personales por unos lugares o el comentario por la emoción que el descubrimiento de alguna zona singular deja, o peca de atrevimiento al otorgar una calificación tan categórica o de ignorancia al no conocer otros lugares de similar calado.

Con la misma subjetividad de quién entonces defendió aquél lugar, sigo opinando y opino que royo Chillar, en la sierra de las Villas (o para los puristas geográficos, sierra de Cazorla, vamos que me da igual estas tontás…) es merecedor igualmente de la categoría administrativa reserva A, aunque si lo expreso con vehemencia lo referiría de manera similar a como se catalogan los electrodomésticos de ahorro energético: reserva AAA+++.

Ahí queda eso.





Sin embargo, matizo el símil enfatizando la invitación a que se recorra y visite, quién no lo haga, quién no de un cómodo paseo al menos desde los cortijos de los Vadillos hasta la cerrá-pasá del Cuco, se está perdiendo un auténtico SANTUARIO de paz, de belleza, un SANTUARIO botánico y etnográfico, un rincón en definitiva como pocos en nuestro extenso parque.

Y todo esto tomaba forma en mi cabeza mientras recorría este grandísimo paraje, magníficamente acompañado.





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HABLAS VERDAD, MARIANO

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Juan José Frías Mora

"TO UN FENÓMENO HABLANDO DE BICHOS, MATAS E INGENIOS"

NOS VEMOS