Ascenso a la Cruz-Castillo de Jaén por "despeñaero"; vuelta por vía de Escaladores

[Juan José Frías Mora]

Esta es una ruta para querer a Jaén, para tomarle el cariño; el que yo le voy tomando. Es fascinante para todo jiennense (habitante de la provincia) aficionado al senderismo. La subida al emblema de la capital y por extensión, de toda la provincia y alcanzarla por esta vía inusual, recompensa cualquier esfuerzo.
Este es otro, de esos paseos pendientes y que, por dejarlos para mas adelante o por ser “corta y cercana”, no había hecho. Había subido en varias ocasiones al Castillo y realizado las dos rutas de pequeños recorrido PR 126 y PR 127 con y sin niños, aunque esta perspectiva, la tenía en “el tintero”.
Tras alcanzar la Cruz, recorrí la base de la cimentación de Parador Nacional y del Castillo (por su cara sur), enseñándome su cara mas desconocida y menos visitada o fotografiada.
Esta Cruz monumental hace memoria a la que, en aquel mismo lugar, mandó colocar Fernando III el Santo tras arrebatar la fortaleza al rey Alhamar en 1246. Varias veces derribada, por el típico viento de Jaén, la actual es donación de la familia Balguerias. D Eduardo Balguerías Quesada fue un ilustre jiennense, Catedrático de Botánica y Director del Real Botánico de Madrid.
Si no fuese suficiente, se añade un extraordinario atractivo más, la existencia de un auténtico fósil viviente. Un caracol prehistórico, endémico y único en Andalucía, declarado en peligro de extinción. Se trata del Iberus gualterianus gualterianus. La Cachucha, un primitivo caracol de concha plana y rugosa, muy característico y emblemático de Jaén.
Hice la salida, a pie, desde el centro de Jaén: Partiendo de la Plaza de las Palmeras, (Plaza de la Constitución, donde está Hacienda), me dirigí por la Carrera (calle Bernabé Soriano) hasta la Plaza de Santa María, donde encontré la Catedral, el Ayuntamiento y el Palacio Episcopal. Desde aquí y por la calle Obispo González, hay que encaminarse a la Iglesia de la Merced y siguiendo por la calle Capitán Aranda hacia la calle Duque, con una notable pendiente, hasta llegar a la carretera de circunvalación.
Enfrente de la salida del aparcamiento de La Merced, sale un sendero, paralelo a los lienzos de muralla y que tras una exigente y deliciosa subida de 30 minutos, se llega a la Cruz, por un empinado y rocoso sendero.
Tras llegar a la Cruz, descendí por su cara sur, pegadito a los cimientos de la antigua fortaleza y del Parador.
Tras llegar a la zona de la piscina (un lujazo!!!) y descendiendo por el penúltimo contrafuerte, llegé a los merenderos, donde tomé el sendero coincidente con el PR 127. Maravilloso y cómodo sendero que pasa por las verticales paredes, que sirven de vía para escalada (con curiosos nombres para cada una de ellas).
Las fotos de esta ruta corresponden a dos mañanas; la mañana de Navidad del 2011 y la de Año Nuevo de 2012.