Senderismo Familiar: Peñaflor, vértice geodésico del término municipal de Jaén

[Juan José Frías Mora]

Ésta, es otra de “esas pendientes” que rondan la cabeza y que “casi*nunca”, concluyes. Animado por el hilo de vértices del Parque, tenía in mente, recorrer en familia, los siete vértices geodésicos del municipio de Jaén (Picos de Grajales, Jabalcuz, San Cristobal, San Juan de Dios, Cuevas, Peñaflor y Torremocha). Todos, excepto Grajales y Jabalcuz, son muy asequibles. Es una buena excusa para plantear pequeñas excursiones familiares, que pueden hacerse en una mañana o una tarde y resultan muy satisfactorias.


Estos cerros, en medio del mar de olivos, son islas de vida salvaje, enmedio del domesticado olivar. Se concentran aquí, además de conejos, gran número de pequeñas aves, roedores, anfibios y reptiles, rapaces diurnas y nocturnas (avistamos un enorme búho Real, aunque no tengo documento gráfico que avale mi testimonio) y Oh!! sorpresa!!, un par de hembras de cabras monteses (y fotos!!).

El Asentamiento de Peñaflor consta de las ruinas de un castillejo, que controlaba el paso en el antiguo camino entre Jaén y Baeza (Bien de Interés Cultural desde 1949).
En las inmediaciones se localizan antiguas salinas (Salinas de Don Benito y las de Brujuelo), lo que incrementa su importancia estratégica.
Arqueólogos de la Universidad de Jaén, encontraron vestigios de un poblado de la Edad del Bronce y restos romanos. Los de mayor importancia son los restos de un asentamiento de rebeldes beréberes (etnia musulmana, que contribuyó a la conquista de España, posteriormente enfrentada a los Omeyas, la etnia dominante). Se descubrieron restos de una aldea islámica, con más de 20 viviendas, lo que permite atribuir al castillejo, en sus mejores tiempos, unos 300 habitantes.
El único “inconveniente” es que está situado en una finca particular (y vallado), junto a una gran cortijo (de igual nombre) por lo que hay que contar con el permiso de los dueños.