Senderismo Familiar: Fuente La Peña, Ojo del Buey y Termas de Jabalcuz (y baño final)

[Juan José Frías Mora]

Lo que en principio no era, más que un simple paseo al atardecer, se convirtió en una auténtica aventura. Con este tiempo tan poco agradable para caminar, la tarde de este domingo, junto con el hartazgo de niños; salimos de casa y en 20 minutos, caminando, estábamos en el lavadero de Fuente La Peña. Con estas abundantes lluvias, la idea era enseñar a mis hijos, la multitud de puntos de agua que confluyen a la Fuente-Lavadero y disfrutar del privilegiado entorno de Jaén, simplemente dando un paseo.
Así, llegamos, por la vía verde del Collado de la Yedra al descansadero del Ojo del Buey. Cuenta la leyenda que “en la frente del toro, se encuentra el tesoro”. La inmensa mole de piedra, que es el Cerro de la Fuente de la Peña, se asemeja a la cabeza de un toro o buey. Hoy es una zona con bancos y lo cruza una vía verde. Normalmente seco, cuando llueve, como ahora lo está haciendo, rompe el manantial, apareciendo una pequeña cascada.
Tras esta visita, llegamos a las Termas de Jabalcuz, cuyo manantial estaba rebosante.
Todo este paraje, el balneario, los Jardines y todo este entorno han tenido mucha importancia en la sociedad e historia de Jaén. El balneario pasó de manos privadas, a la Administración Andaluza, con olvido absoluto. Incluso se ha cedido al Ayuntamiento, aunque salvo el vallado, no se ha hecho nada. Los Jardines también han pasado al Ayuntamiento y los terrenos privados restantes, propiedad de los herederos de la Marquesa de Blanco-Hermoso, fueron vendidos a una promotora, en los años 80, construyéndose varias urbanizaciones.

Volviendo a nuestro paseo, junto a la plazoleta aneja al recinto del antiguo balneario, brota una surgencia de agua caliente, que alimentaba las dependencias. Que calentita!!!! Ese punto de inconsciencia, que poseen los niños (y los, no tan niños) hizo que saltara la opción de entrar al Balneario. Su estado, completamente ruinoso, con techos caídos, entresuelos hundidos, sin puertas ni ventanas y con raigones de la abundante vegetación colonizando el decrépito edificio.
Además del caudaloso arroyo, el interior del edificio estaba completamente lleno de agua, que corre por los suelos, por las escaleras, brotando por los puntos de las antiguas canalizaciones que llevaban el agua a duchas, baños, piscinas y resto de dependencias del balneario.
En la piscina interior, rebosante e impregnada de un cálido y agradable vaho templado, mas que invitar (pedía a gritos!!!) disfrutar de estas templadas aguas, en rotundo contraste con el inclemente día del exterior (mucho viento, fina lluvia y notable bajada de la temperatura).
Jamás lo olvidaremos!!!, ni mis hijos ni yo
Al anochecer, avisamos a mi amigo Fernando Berges, que se trajera unas toallas y nos dimos uno de los baños más satisfactorios y peculiar de nuestras vidas; insisto en que jamás lo olvidaremos!!!

Por último y además insistir, de nuevo, en el estado completamente ruinoso de las dependencias y el riesgo que conlleva entrar en el balneario.


Nacimiento "oficial" de Fuente de La Peña


Ojo del Buey


Termas de Jabalcuz