[Galenomam]

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Percibió barullo afuera, no pudo evitar sobresaltarse, el Miramamolín surgió bruscamente de la tienda bermeja...

Al-Nasir escuchó lo que en el fondo no quería oír, sus vasallos le anunciaban que los infieles ya se encontraban a la vista, habían traspasado el muro de montañas (Muradal), con paso firme se asomó al borde del barranco y pudo contemplar la polvareda allá por el castillo de las cuestas (Hisan al-‘Iqab) . Había ordenado abandonar sin plantear lucha el citado por los cristianos como Castro Ferral, sabía que era indefendible pero había dejado claro que se impidiera a toda costa al enemigo el asentamiento y el abastecimiento de agua, planteando escaramuzas desde su posición de dominio.

Hacía calor, mucho calor, solo la noche dejaba respirar en Despeñaperros. Recordó la jornada de al-Arak (Alarcos), de nuevo tenía a Alfonso frente a él, ahora en un terreno bien diferente. Era 13 de julio en la cuenta de los cruzados, viernes, y no podía imaginar que estaba a punto de provocar el principio del fin, la desaparición del imperio Almohade, de Al-Andalus.

Permaneció inmutable, con la mirada perdida al frente, pensativo, en el fondo deseaba que regresaran..., pero su osadía le superaba, tenía la oportunidad de acabar de un plumazo con los defensores de la cristiandad.

Y aquí, siguiendo a nuestros investigadores podemos situar los contendientes. A partir de este punto no se ponen de acuerdo, ni en las pretensiones ni en los caminos seguidos. Si coinciden en que, en Castro Ferral, se produjo un tira-afloja entre continuar hacia delante, misión casi imposible por el dominio sarraceno del terreno, y retroceder para buscar otro camino más plausible desde terreno manchego, cuestión inaceptable para Alfonso.

“…eligiendo antes en la dificultad del paso morir por la fe”

Entonces surge de la nada, providencialmente, el golfín Martín Alhaja, pastor para unos, cazador, huido, como lo describe Ximenez de Rada

“hombre del lugar, muy desaliñado en su ropa y persona,
que tiempo atrás había guardado ganado en aquellas montañas”

Sin dudarlo, informa a los cristianos de un camino conocido por él que les llevaría a través del puerto del Rey a plantarse frente a las tropas musulmanas en un lugar adecuado para el combate.

Parece aceptado por casi todos que las tropas de los tres Reyes cristianos asomaron por el puerto del Rey, descendieron por el camino existente en la actualidad que se dirige a Miranda del Rey acampando en la amplia meseta conocida como Mesa del Rey, frente al marroquí, con un terreno por delante favorable para la contienda.

Sin embargo, aquellos que han estudiado recientemente sobre el terreno los acontecimientos, divergen sobre el camino recorrido por los cruzados desde Castro Ferral al puerto del Rey. Seguiremos para nuestros propósitos las propuestas de López Payer y Vara Thorbeck, sin olvidar al Huici de Miranda, precursor y estudioso en el 700 aniversario de la batalla.

“…dimos como un rodeo por otra parte,
pasando por sitios arduos y abruptos.”

Esta es la descripción que el cronista de la batalla, Ximenez de Rada hace del camino alternativo marcado por el Pastor. Vara propone la cuerda de Despeñaperros que, según él, coincide plenamente con la descripción de Ximenez de Rada como camino alternativo al paso de la Losa indicado por Martín Alhaja. Desde el puerto del Muradal al que retrocederían desde Castro Ferral, recorrerían por delante de Malabrigo, por la vertiente sur, el camino hasta enlazar con el Puerto del Rey desde donde continuarían el descenso descrito anteriormente. López Payer y Rosado Llamas difieren, decantándose por el actual camino de la Umbría de Magaña, abierto como pista forestal recientemente pero por donde posiblemente existió uno anterior bien en esta cota o en otra próxima, ello favorecería la estrategia de hacer creer a al-Nasir que se retiraban al quedar escondidos en la vertiente norte de la sierra, conectando más allá con la casi perdida vía romana y ascendiendo por esta para asomar en el puerto del Rey de manera inesperada ya que los árabes, al ser un camino en desuso, no lo tenían vigilado.

Hasta aquí las dos propuestas más aceptadas, hay más, desde la que traza el recorrido por el actualmente casi perdido camino de Navavaca, hasta quién lo hace por pleno desfiladero de Despeñaperros.

Nosotros, cada uno con sus preferencias por alguno de los dos caminos, decidimos realizar ambos de una tacada, recorriendo con muchas probabilidades algún tramo por donde desfilaron las tropas cristianas rumbo a cambiar la historia.







Aquí os dejo algunas fotos de la ruta, el report completo podeis verlo en en EL COCHE DE SAN FERNANDO


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