Preciosos rincones, tan cerquita de Jaén que buenos recuerdos. Cuando pasaba las ferias en Jaén, por las mañanas procuraba darme un paseo no muy lejos.
De los portillos que pones conozco los dos de arriba, y otra vez que intenté cruzar más abajo por donde cae el arroyo que a duras penas logré pasar destrozándome camiseta y piel en las zarzas.
Pero de todas estas hará ya 15 años; ¡Que morriña no vivir en Jaén!.