cerro Hidalguillo, en su cima había unos valientes españoles que se dejaron el pellejo
frente a él, Cerro Gordo, donde se apostarían otros tantos, para cubrir el camino de fuego al que se internase
en primer término el Hidalguillo, al fondo Cerro Gordo, y por en medio la llamada avenida de Montizón, un paso donde se unen los camino de La Puebla y Villamanrique, la táctica era buena.