En este tramo muchas encinas y quejigos volcados, de la última gran nevada
Al cruzar el arroyo de los Prados, un joven ejemplar de culebra viperina
Llegamos a la Fuente de los Prados con abundante agua (sin víboras en esta ocasión!!, era temprano para que salieran). Hasta hace pocos años había un tornajo de madera que fue sustituido por unas pilas de obra. La boca si es original, con dos tejas, con un pequeño forro metálico en la inferior.