Mulhacén -Hoya del Portillo a Refugio Boqueira-Mulhacén-Cortijo Tomas-Río Naute-Capil

[pepecabrera]

En Sierra Nevada

185ª RUTA : 26 y 27 –10-2013 : MULHACÉN POR LA HOYA DEL PORTILLO AL BARRANCO/REFUGIO DE POQUEIRA-SUBIDA POR EL RÍO MULHACÉN AL LAGO DEL MAJANO Y EL DE LA CALDERA-CRESTEO POR LA IZQUIERDA AL MULHACÉN-LOMA DEL MULHACEN AL MULHACÉN DOS-REFUGIO-CORTIJO DE LAS TOMAS PARA ACOMPAÑAR AL RÍO NAUTE HASTA SU UNIÓN CON EL TORIL EN LA CENTRAL ELECTRICA DE CAPILEIRA-ALDEA DE LA CEBADILLA-CAPILEIRA


SE VE : VELETA (3394 m)-LOS MACHOS (3324)-RASPONES Y CRESTONES DE RIO SECO—PUNTAL DE LA CALDERA (3225)Y DE JUEGO DE BOLOS (3022)-MULHACÉN (3483)-PUNTAL DE SIETE LAGUNAS (3225)-ALCAZABA (3371) -ASÍ COMO LAS LOMAS DE CÁÑAR, DE LA PÚA, PELÁ Y PIEDRA BLANCA- PICO DEL PÚLPITO Y BAJO EL MULHACÉN LA LAGUNA DE LA MOSCA, EL COLLADO DEL CIERVO Y EL VASAR DEL MULHACÉN

Vaya por delante mi agradecimiento, por la agradable y cordial compañía , con que me han obsequidado los componentes del CLUB EL CAMINO de Beas, así como mi gratitud a Quico por acordarse de uno para penetrar en la gran Sierra Nevada y a la más alta de sus cumbres, el Mulhacén.

Toda una experiencia, en estas mis primeras jornadas, de introducción al senderismo en el corazón y cumbre de Sierra Nevada, bajo la dirección de Quico y Fernando.

Buena y agradable velada en el Refugio de Poqueira nos brindamos tras cogerle calor a las vistas que desde las faldas de la Loma de Piedra Blanca alcanzamos saliendo desde la Hoya del Portillo, pues siempre los imponentes “ochomiles” nos vigilaban y determinaban nuestra pequeñez.
Diminutos seres nos asombrábamos de la magnitud y grandeza de esta cadena de picos que capitanean dos, el mayor, el Mulhacén, y el que yo, al menos, simpre he identificado como la imagen de Sierra Nevada, el que eleva su cresta para ser el centro de miradas de esta “Blanca o Parda Sierra”, el Veleta, y que menos de un centenar de metros los ordena en altitud.

Tras “una noche de sonidos”, en la que también parece ser que participé, y después de reponer energías, en línea de color vamos resaltando la senda que bien definida va elevándose por el curso del Río Mulhacén, invitándonos a sortearlo y poder coger la margen derecha de él para llegar al Lago del Majano y, siempre vigilados por el Mulhacén, nos vamos aproximando a éste tras visitar esa gran Caldera. Caldera, ésta, que no perderemos de vista durante nuestra subida, en cresteo, por la ladera, luchando con el viento que del sureste nos estaba más que refrescando.

Una y otra vez había que asomarse a las paredes y hoyas que se encuentran bajo el pico, pues su espectacularidad sobrecoge a los que pocas imágenes de este tipo de formaciones estamos acostumbrados a ver, y desde esa altura, volvernos para seguir con la mirada las crestas de los Raspones y Crestones de Río Seco, que impresionan por sus filos aristeados y que resguarda del norte a la gran Caldera. Seguimos la mirada a la cumbre de los Machos para depositarla en el alto del Veleta y así seguir la línea que lo dibuja bajo el azul del cielo y que ayuda a engrandecer estas peladas laderas que tan desnudas se nos presentan.

Difícil será olvidar lo que la retina ha recogido en esta primera visita a esta cumbre, pues como bandera de la Sierra nos muestra todo lo que a izquierda y derecha de ella se le une, así como al frente y detrás quienes las admiran.

Penitencia nos esperaba en el refugio, tras la sosegada bajada por la Loma del Mulhacén y faldeo hasta éste, en compañía de los que “conseguí embaucar y arrastrar para adelantarnos y abandonar al grupo”

A Quipo, principalmente, así como al resto, mis disculpas, desde aquí también, por no respetar mínimas normas de compañerismo y de grupo.

Ya, en plan individual, abandono a todo el grupo para “saborear” la bajada por el Río Naute hasta Capileira.

Parte la senda desde el refugio de Poqueira y va descendiendo con fuerza hasta pasado el llamado Cortijo de las Tomas, en donde encuentra al Río Naute que recoge las aguas de las cumbres, principalmente, del Río Seco y del Mulhacén.

Antonio, pastor propietario del cortijo de Las Tomas, me explica que su nombre se debe a las “tomas de agua”, para Pitres, de las dos acequias, la Alta y la Baja, que parten hacia la ladera de la Loma de Piedra Blanca y busca el Barranco Bermeja.

También me responde que sus ovejas y cabras quedan guardadas en sus corrales, al aire libre, y tinao, que no tiná, bajo techo, en días que el tiempo lo requiere.

Asímismo aprovecho la buena disposición de este pastor para que me cuente cómo se realiza la construcción de las viviendas alpujarreñas con esas terrazas.

Pues bien, me explica que, tras colocar los palos y cubrir el techo con mimbre, cañas u otros similares, se echa una capa de “malhecho”, una primera capa de barro que será cubierta por otra de “launa”, cierta especie de grava que resulta impermeabilizante, y que será reforzada con ésta en caso de gotera en ese punto.

De este modo, tras las nevadas, el propietario puede subir a la terraza para aliviarla del peso de la nieve, así como del deshielo que podría calar a la vivienda, cuadras u otras dependencias.

La conversación me lleva a preguntarle por precios de ganado y piensos y que determinan “lo costoso que para estos ganaderos resultará mantener esta actividad que sus padres les enseñaron tras padecer penalidades y fríos que sólamente protegidos por una manta, me cuenta Antonio, soportaban el pastoreo y que al llegar a casa, recuerda ver a su padre quitarse la manta que quedaba de pie, tiesa, y que con el calor de la lumbre iba perdiendo la rigidez que el hielo había causado, a la vez que un charco de agua se formaba a su alrededor.

Recuerdos de penas y esfuerzos refiere Antonio, diferentes calzados y ropas que ahora mejoran las condiciones de trabajo, pero ¿los tiempos cambian unas “penas” por otras?

Bueno, dejamos la amena conversación y tras envidiar la suerte de los receptores del agua de esas acequias, que para el cultivo utilizarán, pensando, claro está, en la sed de nuestros olivos jiennenses, me encamino hacia el Naute, y voy alegrándome el camino con las caídas de chorros de aguas que por la verde ladera van marcando los surcos que muestran ese color blanco de pureza. Y digo, que oyendo estos cantos de agua, me digo: “cómo no se iba a aprovechar esta riqueza de agua, durante la época islámica, donde el aumento de población los llevó a estas alturas, y ella es imprescindible para el cultivo en huertas”. Otros también lo habrían hecho, pienso. ¡Porque ya los romanos realizaban grandes obras de conducción de aguas, llevándolas por canales y acueductos que tanto admiramos! ¿O no?
Aunque una cosa no quita la otra, este gran legado, a ese periodo le corresponde.

En esas y otras estoy, gustándome la llevadera senda que, salvo en un punto interrumpida, te invita a llegar a la Central Eléctrica de Poqueira, cercana a la abandonada ermita y aldea de La Cebadilla y que algunos colores de otoño me ayudan a poder llegar a la blanca y bonita Capileira, la de sus abundates fuentes en calles engalanadas con cuidadas plantas.

Como el que da primero, dicen, que da dos veces, pues a hacer la segunda penitencia, mientras llega el grupo y, “sin querer, pariente”, aprovechar para charlar con el “tabernero” sobre las terminaciones en los nombres Pampaneira, Capileira, Boqueira, ... . Éste me dice que debe deberse a la repoblación de gallegos que se dio tras la expulsión de judios y moriscos de estas tierras, siendo Pampaneira de pampas, Bubión de bueyes y Capileira de cabeza.
Así me lo han contado, y así lo refiero, para conocimiento del que haya tenido las narices, o los santos c...... , de aguantar esto.

Sólo me falta decir que yo haría la unión de Capileria con Boquiera en bajada, preferiblemente, vamos, para evitar ese subidón, que por supuesto se puede hacer, cómo no; y también decir que, “hasta la próxima, Sierra Nevada, y que esta visita sea pronta”.

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Entrando por Pampaneira.



Un corto paseo con Gerardo y Mari Carmen para tomar un vino costa en lo de Carlos, que muy amablemente nos atendió.

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Capileira, cabeza de entrada a la Sierra.

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Fuentes y fuentes y fuent...

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Y flores y flores y flor...

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Por donde regresaré.

Encuentro tras el paseo por el cuidado pueblo.

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Comienza nuestro andar tras dejarnos el autobús en la Hoya del Portillo.







Continuaré

[Abelardo]

Me alegro de que hayas experimentado Sierra Nevada, la alta montaña, los arroyuelos, cascadas, borreguiles aún a finales de verano, y sobre todo la experiencia del refugio de montaña.

Enhorabuena también por haberlo hecho tan bien acompañado con tan buena gente como los del club El Camino y con expertos como Fernando. Ya hemos compartido con él muchas rutas en Sierra Nevada e incluso alojamiento en el refugio de Poqueira.

Magnífica introducción del reportaje. Me encanta la facilidad con la que sabes contactar, al igual que el pariente Juan José Frías, con los serranos y sacarle información.

Por cierto, la información que te den los nativos suele ser cierta en los temas que le concierne, pero no en temas lingüísticos, que competen a otros. Espero no ser pedante, pero has tocado un tema que es mi especialidad.

El origen gallego de la toponimia alpujarreña está muy extendide y es cierto que tiene parecido con la lengua gallega, pero no hay constancia de inmigración de gallegos en la Alpujarra. La explicación es más simple.

En tiempo de los romanos, el latín se hablaba en toda la península y con la caída del imperio romano el idioma fue “degenerando” en cada región de forma que al final no se parecía en nada el latín de Galicia con el de Cataluña. Esto dio lugar al nacimiento de las lenguas románicas (que provienen del latín): gallego, catalán…

En Andalucía también tuvimos nuestro idioma románico: el MOZÁRABE. Sin embargo, tuvimos una invasión y posterior ocupación, que impuso el árabe durante ocho siglos, quedando el mozárabe relegado poco a poco en algunos poemas populares. Con la reconquista de los cristianos y expulsión de los moriscos, se impuso el castellano, hoy español, desapareciendo totalmente nuestro idioma el mozárabe, del que solo quedan reliquias en los topónimos, los nombres geográficos.

El mozárabe tiene parecido con el gallego en los sufijos –eira (Capileira, Pampaneira…)

Aquí tienes unas citas recogidas en Internet de dos importantes lingüistas.

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Los dialectos del sur (en Andalucía) y los occidentales (Galicia) conservaban los diptongos ai, au. La forma primitiva subsistía entre los mozárabes —febrair, lausa—, aunque no debían faltar los grados ei, ou —Alpandeire, Capileira, Lanteira, Poqueira, Perreirola, en la toponimia granadina—.

Rafael Lapesa, Historia de la Lengua Española, Gredos, página 18

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Menéndez Pidal, Ramón (1962). Orígenes del Español. «Aparte estos caracteres más generales, hallamos en el mozárabe otros que asemejan al gallego-portugués y al leonés occidental más que al aragonés y catalán

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Con Eva y Sebas, apañaos los dos.