[Galenomam]

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Y digo asalto porque emotivamente fue eso. Contemplar la silueta de ese macizo, conocer los tesoros que esconde, y no ver hueco va creando un run – run ...





He mirado y remirado mapas, he buscado tracks, finalmente abandone mi suerte a algún conocedor de la zona que andaba dando largas hasta que se presentó el día de asaltar por la tremenda el inexpugnable fortín, al menos por su vía directa. No tuve que buscar mucho el acompañamiento, la gente que sabía que la recompensa era suculenta rápidamente se sumo a la iniciativa.





Cuando me levanté, mientras preparaba el petate, no daba un duro por el éxito de la empresa. La única vía conocida, una senda marcada en el IGN, sabía a priori que sería muy difícil de encontrar y, si lo lográbamos, penosa de andar por la dificultad que entraña en esta sierra la jara pringosa, Cistus ladanifer según la wikipedia, dura de atravesar, no se aparte ante tu empuje sino todo lo contrario, te repele. Por tanto, la única vía de entrada plausible era el cortafuegos que nuestro Pepe Cabrera quiso en su día atacar y no le dejamos en aras al sentido común y a nuestras piernas, pero hoy tocaba, no había más remedio.





Pues allí estaba, dicen que la fe mueve montañas y en nuestro caso no la movió pero nos dio la llave para conquistarla. Una senda, una de las pocas de esta sierra Morena plagada de pistas forestales, que atraviesa la ladera primero y después nos mete por un barranquete hasta la misma cuerda del macizo. No fue facil, pero con las expectativas que llevábamos nos resultó pan comido... No se si me gusto más alcanzar el Puntal y sus magníficas panorámicas o recorrer esta senda que me permitió hacerlo.

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