Las previsiones del tiempo no eran nada buenas para el sábado 7 de Mayo, así que no pensábamos en haber hecho nada. Una llamada de Juan José Frías nos comentaba que José Luis y él iban a hacer una ruta por la transversal de las Villas aunque el tiempo estuviese mal. Dejamos esta puerta abierta para poder acompañarlos en función de como amaneciera el sábado. Pepe me llamó por la mañana diciendo que estaba un tanto indispuesto y que no iría, Así que, aunque la mañana se presentó bastante mala, decidí unirme a ellos y acompañarles en su ruta.
La verdad es que la mañana no tenía ninguna pinta de arreglarse. Paramos a tomar café en la Venta del Pino. Allí se estaba organizando una jornada de pesca. Los pescadores, lejos de tomar café, devoraban bocadillos de chorizo, otros tomaban huevos fritos y cerveza. Estuvimos a punto de apuntarnos a un desayuno similar, pero al final decidimos tomar el café y seguir nuestra marcha.
Tras el paso por el puente de los Agustines, iniciamos la subida con las esperenzas de que el día pudiera abrir y nos dejase hacer algo.
Parada obligada la realizamos en la fuente de la zona de acampada juvenil de los Cerezos. Esta fuente siempre sorprende por el impresionante caudal de agua que tiene.
José Luis y Juan José Frías iban a llenar agua en la fuente
Más arriba paramos en varios lugares para gacer algunas fotos, pero nada más salir del coche comenzaba a llover. La niebla también nos privó de vistas preciosas. Tal hubiera sido el caso del mirador del Topaero.
Un poco antes de llegar a la zona de la Cueva del Peinero paramos para observar la Cueva del mismo nombre.