Magnifico rincón, uno mas de la sensacional y poco reconocida Sierra del Pozo. Agradecer, de nuevo a César que nos enseñara esta parte, desconocida para mí, "
apechugando" con el madrugón y abandonar deberes familiares. También gracias al Pariente, por acompañarnos y "
soportar" otro
sublime amanecer serrano.
Ahora, eso sí, belleza y encanto, "
pa reventar". Esa luna llena; no,
llenísima, una auténtica
SUPERluna!!! y estos cortados imposibles con el maravilloso valle del Guadalentín, es una experiencia deliciosa, muy gratificante, mucho. este enebral es soberbio, ese porte arbóreo y extremadamente sano, no tiene parangón.