Las
primeras referencias que tenemos de Santo Tome allá por el S. XIV, hacen
referencia a una torre y un cortijo adosado. Esta descripción parece haberse
convertido en una constante en la historia del único ejemplo de arquitectura
militar existente en el municipio. La torre ha seguido unida a una casa, en
este caso a la denominada Casa Grande y con posterioridad , sin perder la
relación con la casona, convertirse en torre de la iglesia parroquial de
Santo Tome.
La torre a penas si conserva su original aspecto debido a las
transformaciones realizadas durante muchos siglos. Es de planta rectangular
casi cuadrada, de bajo y tres alturas, hoy rematada su parte superior con un
añadido o espadaña para sostener las campanas. No conserva nada de sus
bóvedas al sustituirse por suelos y techos planos, solo quedan restos de una
mala bóveda en el sótano posible aljibe, hoy a nivel de la plaza y que en
ocasiones se uso de cárcel o calabozo. Posiblemente estuviera rodeada
de algún sistema de amurallado o empalizadas que reforzaran su defensa.
Esta construida con mampuestos de piedra y sillería regular. presenta
escasos vanos, aunque en la parte posterior se el abrieron algunos para
utilizarla como parte de la vivienda de la Casa Grande. Fue bastante
remozada cuando se restauro la iglesia parroquial y se cambio la orientación
y el tamaño de la misma.
Hoy día esta casi
exenta debido a la demolición de la Casa Grande y han quedado liberados casi
todos sus paramentos originales. Su cronología podría ser de mediados del
S. XIV, construida por los castellanos para defender la entrada hacia las
tierras del adelantamiento desde el valle del Guadalquivir, aunque bastante reformada a partir del S. XVI y XVII.
|