Arte Rupestre

       Es parte del patrimonio cultural mas importante del termino de Quesada y por extensión de la comarca. Su descubrimiento se debe a los propios ciudadanos de Quesada,  amantes del pasado histórico de su pueblo, algunas de estas cuevas llevan su nombre como el abrigo de Manolo Vallejo o la Cueva de Clarillo. Son el conjunto de abrigos y cuevas del entorno del cerro de la Magdalena,  el Caballo y Tiscar y que han sido incorporados como parte del conjunto de lo que se denomina " Pintura esquemática levantina" que ha sido declarado desde hace poco tiempo Patrimonio de la Humanidad.

       Al contrario de otras manifestaciones del arte rupestre, este tipo de representaciones son aisladas en abrigos y no se ha documentado un conjunto con un gran registro de estas pinturas. Este hecho tiene mucho que ver con la funcionalidad de estos abrigos y sobre todo con el tipo de cultura que las desarrolla. Debemos pensar en grupos no demasiados numerosos con poblados posiblemente al aire libre (Cerro de la Magdalena) aunque a veces ocupan temporalmente las cuevas, con una economía basada en la ganadería y en menor medida en la agricultura y la caza. Se ha especulado mucho con su cronología  aunque  por los materiales encontrados en muchos de esto lugares y sus proximidades, son grupos que se adscribirían a un momento de la época del cobre con tradiciones neolíticas y que al contrario que otros grupos de los valles o campiñas van a seguir manteniendo un estilo de vida mas arcaico.

       Los abrigos y cuevas encontrados comienzan a ser numerosos, el estilo, técnica y temática es bastante común a todas las representaciones. En algunas hay, las menos, representaciones antropomorfas o figurativas como en la Cueva del Encajero. En la mayoría los símbolos, cruciformes y otros abundan con mas regularidad, así sucede en el Cerro Vitar o la Cueva del Clarillo. Si por algo se distinguen las pinturas del área de Quesada es por la abundancia de la representaciones de animales de forma esquemática generalmente cabras o similares que destacan en colores rojo o tono oscuro como las descubierta en los abrigos de Manolo Vallejo o del Arroyo de Tiscar. Además de esta simbología se han documentado otros elementos menos característicos de la zona, nos referimos a unas magnificas representaciones de manos en rojo y oscuro de la Cueva del Clarillo.