El sistema de producción esclavista que los
romanos desarrollaron sobre todo en época imperial, es decir en los primeros
siglos de nuestra era, facilito un tipo de urbanismo característico que se
extendió a lo largo de todas las provincia del imperio, nos referimos a la
villa rustica. Este ejemplo de arquitectura rural va a repetirse como modelo
de vivienda y explotación durante mas de cuatro siglos siguiendo los modelos
impuestos de las domus y villa urbanas de Roma.
El valle del Guadalquivir pero fundamentalmente sus campiñas van a ser los
lugares preferidos por los ciudadanos del imperio para establecer este
centro de producción y vivienda. En nuestra provincia existen algunos
ejemplos documentados de villas aunque la mas representativa es la de
Bruñel, aldea perteneciente al termino de Quesada.
Hemos dicho
que una villa comprende tres espacios claramente marcados. El área de
producción que suele esta en el entorno de la villa, son lo establos,
molinos y viviendas para los esclavos. El segundo área es el de servicio que
se encuentra adosada a la misma pero desplazada del núcleo central, son las
cocinas, baños, aljibes y despensa. Por ultimo debemos destacar la parte
noble de la casa o dependencias de los señores o dueños de la villa. Por la
general esta parte es la que mejor se suele conservar entre las ruinas
arqueológicas, al estar construida con mejores materiales o también por que
sea la parte que por lo general se excava al encontrarse en
ella los restos de mayor interés artístico: los mosaicos.
La villa de Bruñel responde a este modelo urbano de villa y gran parte de la
misma se ha excavado aunque aun queda otra parte por descubrir, sobre todo
de la zona de producción. La construcción se caracteriza por una patio
central al que rodea una galería cubierta, sostenida por columnas y de la
cual se abren los vanos que dan paso a otras dependencias, dormitorios o
estancias que representan la parte mas lujosa de la villa. Este espacio se
suele caracterizar por presentar estucados en las paredes con pinturas al
fresco y fundamentalmente la solería de todos los espacios con mosaicos. En
Bruñel los mosaicos cubren toda esta zona central destacando como a lo
largo de toda la galería que rodea al patio suele ser de temática
geométrica, mientras en las estancias además del geometrismo se
intercalan escenas figurativas de personas y animales.
Este modulo de patio central, galería y dependencias se puede repetir
tantas veces sea, dependiendo del tamaño de la villa y del poder económico
de los que fueron sus propietarios. En el caso de la que nos ocupa, en
Bruñel se repite dos veces en lo que se supone lugar mas cercano a los
dueños y señores de la villa. Otros elementos documentados han sido los
baños y aljibes, si como otras dependencias secundarias aun por definir.
Según los investigadores a partir del S. III la crisis del sistema comienza
a mostrar sus signos y se produce el abandono de muchos de estos centros de
producción o de funcionalidad del sitio que a veces se transforma en otro
tipo de asentamiento distinto. En el caso de Bruñel sucede algo por el
estilo, es decir, la villa rustica se abandona durante algún tiempo y
después hacia finales del S. IV - V, se remodela el espacio e incluso
se parte por la mitad la estructura del patio y la galería y sirve de
cimentación para un nuevo elemento arquitectónico de grandes dimensiones,
planta rectangular y dos ábsides semicirculares en sus extremos que se ha
identificado como una basílica paleocristiana que poco más de un siglo
después parece que también se convirtió en ruina.
Su cronología
parece ser que va desde finales del S. I de nuestra era hasta
aproximadamente el S. V.
|