Son
abundantes las referencias en los texto del S. XI al XIII de las murallas de
Quesada sobre todo en los de procedencia cristiana. Cuando Fernando III hace
su campaña por estas tierras uno de sus objetivos es ir limpiando las
defensas musulmanas al sur del río Guadalquivir. Quesada parece ser
uno de los enclaves mas importantes de estos lugares y sobre la cual se van
a desarrollar los esfuerzos de la campaña de 1224. No sabemos la duración y el
tiempo empleado en la conquista pero si que se destruyeron gran parte de sus
defensas y murallas. Además, si hacemos caso a las fuentes, había una gran
población al refugio de las mismas tal y como lo describe el numero de
prisioneros y fallecidos en esta operación.
Hoy día podemos observar algunos restos de lienzos exentos y otros adosados
a viviendas que nos dan una idea de su aspecto, aunque en su
mayoría sean de época cristiana. El urbanismo del casco histórico de Quesada
nos permite imaginarnos el trazado de la zona amurallada entorno a las
calles del Cinto, Alcaicería y los restos de puertas que aun
permanecen en la actualidad. Podemos imaginarnos el alcázar en el entorno de
la plaza de la Lonja y las murallas de las que se conservan lienzos y
restos de bastiones hacia el este y sur, extramuros a esta
fortificación el segundo recinto estaría compuesto por viviendas y
construcciones entre las puertas del arco de los Santos y la calle del Cinto,
que seria la parte amurallada con un urbanismo abigarrado y calles
estrechas adaptándose a la topografía del cerro y del que nos queda el
ejemplo de la calle de Adentro. Algunos datos, por suerte de obras de
construcción que han tenido la atención de comunicar sus destierros, han
documentado restos de construcciones musulmanas con cerámicas almohades de
bella factura, es el caso de un destierro realizado por la escuela taller en
la calle del arco de los Santos esquina con la de Adentro.
La constante rehabilitación de viviendas en el casco histórico esta
provocando algunas alteraciones del aspecto de la zona, pero sobre todo
la perdida de información sobre los elementos constructivos que aun se
conservan en el subsuelo y que posiblemente nos permitiría ir recuperando
el trazado y ocupación de los distintos espacios de este área de
indudable interés histórico. También llamar la atención sobre algunas
actuaciones publicas de restauración y consolidación sobre restos de
lienzos de la muralla que han desvirtuado el aspecto original.
Cronológicamente
apenas si quedan restos musulmanes a la vista, en todo caso estarán
embutidos en paramentos y murallas de épocas posteriores, la mayoría de lo
que hoy permanece en pie se debe a reconstrucciones del S. XIV al XVI, para
posteriormente caer en el abandono al desarrollarse el urbanismo del
municipio hacia otras áreas del entorno.
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