La
iglesia parroquial de Huesa está bajo la advocación de Nuestra Señora de la
Cabeza. Fue en 1778, cuando el Cardenal Primado D. Francisco
Antonio de Lorenzana promulgó un decreto que constituía en parroquia a la
vieja ermita. La actual iglesia mantiene el perfil de la arquitectura
religiosa del siglo XVIII, pero tan sólo conserva su elemento más
característico, su torre: de base cuadrada que culmina en un cuerpo de
campanas diferenciado por una moldura, con cuatro huecos rectangulares que
cubren arcos de medio punto, cubierto con tejas a cuatro aguas. Su estado
actual presenta significativas modificaciones como que el altar mayor esta
donde en su día debieron estar los pies de la Iglesia. Presenta en su única
nave una bóveda de medio cañón, aunque en los últimos años se le adosado una
nave lateral y dos nuevos accesos, uno a través de un patio
interior y la otra entrada en el paramento lateral que da a la plaza. El
retablo es un añadido contemporáneo. Según cuenta algunos de sus feligreses
conservaba algunas pinturas murales antiguas que también han sido cubiertas.
En
el interior del templo se veneran las imágenes de los patronos de esta villa
serrana: Nuestra Señora de la Cabeza, de autor anónimo del siglo XVIII y San
Silvestre, que fue Sumo Pontífice de la cristiandad en el siglo IV y que
según cuenta la tradición bautizó al Emperador romano Constantino El Grande.
Cuenta la parroquia, asimismo, con una venerada talla en madera de Nuestro
Padre Jesús Nazareno, atribuida al imaginero Luis Gómez y datada del año
1773. Muchas de las noticias de las que disponemos para la iconografía
provienen del estudioso y párroco de huesa D. Luis Cordón Cortes.
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