Información General de Urbanismo

        Si llamativo es el modelo de arquitectura tradicional de Hinojares de igual manera resulta de curioso su urbanismo. En principio la ubicación del municipio entre tierras yermas exceptuando su entorno, al encontrarse en el valle del río Turrilla y en su escueta vega limitada casi exclusivamente a pocos metros del cauce. Una segunda particularidad,  originariamente el pueblo estaba divido en dos barrios: Cuevas Nuevas y Cuevas Viejas y entre ambos distaba una distancia de casi un kilómetro. La disposición en ladera ha provocado que si exceptuamos la plaza del Ayuntamiento el resto del pueblo esta en cuesta algunas tanto y de tal belleza que se llama calle Pendiente. A pesar de esta difícil construcción es encantador observar las recoletas plazas que entre cuestas  se hacen hueco para poblarlas de algún árbol que de sombra. Hasta la Iglesia tiene una escalinata para salvar el desnivel entre un lado y otro de la calle que es además carretera que nos lleva a Quesada.

       El agua elemento característico de la comarca y sin embargo tan escasa por estos terrenos, tiene un oasis en Hinojares, abunda no solo la de riego que vemos correr por las acequias y por los canales de algún molino abandonado, también por las calles del pueblo. La fuente de la Iglesia azulejada y gemela de estética de la del barrio alto. Destacan para el visitante dos lugares de indudable belleza, de un lado la plaza del ayuntamiento, pequeña, recogida y fresca. De otro el barrio de Cuevas viejas, armonía entre la tierra y el  hombre, ocre y blanco, entre medias, el verde de alguna huerta. Son los colores de Hinojares.