Fue
mandada construir por el Cardenal Lorenzana, Arzobispo de Toledo en 1787. Su
portada que coincide con la nave central se eleva verticalmente con una
geometrizada puerta adintelada que va precedida de unas escalinatas, y,
sobre ella, en el mismo eje, una estilizada ventana con arco de medio punto.
También resalta respecto al muro, otra ventana circular; cerrando, en lo
alto, la fachada principal, una pequeña cruz de piedra, que marca el eje
central. La supera en altura la torre, de base cuadrada, situada a la
derecha a nuestra vista, con tres cuerpos separados por dos cornisas. Esta
elegante torre cuenta con esquinas reforzadas, y en el campanario, grandes
huecos con arcos de medio punto y tejas a cuatro aguas.
En
la portada se encuentra un escudo que posiblemente proceda de la ermita de
Chilluévar Vieja. Representa el milagro de la colocación de la casulla por
la Virgen a San Ildefonso, patrono de la archidiócesis de Toledo.
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