La belleza del
monasterio de Montesión no solo radica en su estructura arquitectónica, la
ubicación del sitio o el carisma de este lugar paseando con el hermano
Antonio. Las pinturas al fresco que contiene la capilla del monasterio lo
hacen convertirse en un magnifico ejemplo de eremitorio del S. XVII que
merecería estar protegido por la administración, siendo como es de
titularidad publica.
La capilla presenta una planta de cruz latina con bóvedas de aristas en el
crucero y una magnifica cúpula sobre trompas encima del altar. La nave
principal esta cubierta con una bóveda de medio cañón que continua por el
coro. Las pinturas debieran haber cubierto absolutamente todas las bóvedas
de la capilla, no obstante esta obra no se completo. A pesar de no finalizarse la obra,
todo lo que se conserva es un magnifico conjunto estructurado en su
composición, ejecutado de forma admirable a pesar de las dificultades que
debió suponer su realización y con un magnifico cromatismo, dominando
el negro, rojo y verde. Las
pinturas están realizadas en conjuntos cerrados y con temáticas diferentes
dependiendo de la bóveda a la que nos refiramos. Mientras las dos laterales
del crucero representan símbolos de la pasión y del antiguo testamento
en cada una de las partes de la crucería ( escaleras del descendimiento,
tenazas, cálices..etc.) La cúpula nos presenta la composición mas completa,
esta dividida en 8 partes y en cada sección se retrata a un santo ermitaño y
por encima su alegoría correspondiente dedicada a una de las letanias de la
Virgen, rematado el centro de la cúpula
por un gran "florón" de yeso o escayola pintado. Los retratos de un realismo
naturalista sorprendente son acompañados por la idealización de las
alegorías, bellos ángeles andróginos en su apariencia y portando el
símbolo de la letania. El conjunto es de una gran belleza.
Otro conjunto que
sorprende por su belleza es el desarrollado sobre los paramentos por encima
de los arcos formeros que separan las bóvedas laterales de la cúpula.
Aquí las representaciones son pasajes alegóricos de las sagradas escrituras
con referencia a mundo eremita. Elementos y símbolos con una técnica naturalista admirable.
Todos estos
conjuntos pictóricos están separados por cenefas de rocallas vegetales
y la representación de aves, frutas y racimos que le dan al conjunto una
gran ligereza en la composición y ante todo sorprende el colorido.
La parte de la nave central, la bóveda de medió cañón, es donde se
interrumpen las pinturas, sin embargo hay dos escenas enmarcadas de tipo
figurativo que representan dos escenas ajenas al parecer al resto del
conjunto, una parece una adoración a la Virgen o una anunciación y la otra
es de mas difícil interpretación. También se observa el desarrollo de las
cenejas que a partir de este momento parecerían como si se hubieran
realizado en otro momento, por otra mano diferente y con otros pigmentos
totalmente distintos a los del resto de la capilla.
Las pinturas están
en un magnifico estado o de conservación, a pesar que el salitre y la
humedad han comenzado a deteriorar algunas de sus parte por lo que se hace
necesaria la intervención inmediata para consolidarlas. Debido a su
disposición en la capilla debieron hacerse al poco tiempo de la fundación
del monasterio. Su estética, simbología y cromatismo nos hacen pensar que
sean una pinturas de finales del S. XVII o principios del S. XVIII.
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